Saving a Child

2. A la deriba

Luffy se despierta de una siesta que no sabía que estaba tomando.

Está cubierto de un sudor frio, le duele un poco la cabeza y se siente cansado.

Se protege de la luz brillante tapando sus ojos con un brazo desnudo y lleva las rodillas al pecho. Por un momento se olvida de lo que había estado haciendo anteriormente la última noche; irse, escabullirse y huir para poder encontrar a las personas que realmente ama, pero lo que era aterrador era cómo parecían querer que él se quedara allí. No le dejaban irse. Los ojos marrones se mueven por la habitación. Tiene el mismo aspecto que siempre. Está vacío y deja al único ocupante con una sensación de soledad. La maleta que había estado empacando el día anterior se había ido, y su ropa ha sido cuidadosamente doblada y colocada nuevamente en su tocador. Era casi irónico cómo lo notaron cuando él no quería que lo hicieran, pero nunca lo notaron cuando deliberadamente trató de atraer su atención.

Se enreda en las sábanas al levantarse de la cama. Cuando cae, rápidamente comienza a notar el constante zumbido en sus oídos.

Luffy se toma su tiempo para cambiarse, no tiene sentido apresurarse. Nunca lo hay. Suspira para sí mismo mientras sale de su habitación, en silencio y desapercibido, como siempre. Baja las escaleras y se dirige directamente a la puerta principal. Al salir de la casa finge no darse cuenta de que la familia de extraños disfruta de la cena sin él. Se ríen y bromean y disfrutan juntos de la compañía del otro. Luffy se detiene para imaginar cómo sería si él fuera parte de todo.

No logra imaginar ese tipo de dicha.

"¡Voy a salir!" Lo anuncia solo porque sabe que nadie lo escuchará.

Y luego se va.

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Camina descalzo por la acera, pasando por un entorno familiar e ignorando las miradas preocupadas que le envían. Le toma menos de veinte minutos llegar a la casa de Law y, sin embargo, cuando llega a la puerta duda. No quiere molestar a Law como lo hizo con Ace y todos los demás, quiere que a Law lo siga queriendo...

Así que se da la vuelta, y se abre la puerta.

"Luffy" dice el adolescente de cabello oscuro con los brazos cruzados, mira a Luffy con una mirada calculadora. "Encantado de que me visites"

"¿Puede ... Luffy quedarse con Lau hoy?" La pronunciación infantil de su nombre hace que Law sonríe con cariño, coloca una mano sobre la cabeza del niño y lo hace entrar. Una brillante sonrisa aparece en el rostro de Luffy cuando entra a la casa, la calidez que roza su piel, el ligero olor a lavanda y la atmósfera acogedora hacen que Luffy piense en su hogar. En lo que a él respecta, este es su hogar. Law vive solo y, sin embargo, hay dos pares de zapatos en la puerta. Uno de ellos pertenecía a un niño.

"¿Cuánto tiempo has estado enfermo?" El de quince años pregunta, Luffy simplemente se sonroja y se encoge de hombros. Law suspira. "Bueno, supongo que tengo que cuidarte de nuevo, ¿eh?" Luffy asiente con entusiasmo con la cabeza. "Si no te quisiera tanto te echaría, ¿sabes?"

"Pero me quieres, así que no puedes"

"Tienes razón" Él sonríe, "Entonces, ¿qué tal si te cambias mientras yo preparo tu medicina y te preparo un poco de sopa?"

"¡Okay!" Luffy se ríe, y todas sus preocupaciones anteriores se olvidan mientras corre para cambiarse. Law observa a Luffy comerse la comida a un ritmo asombroso; verduras, fideos y caldo, todo junto, era un espectáculo que antes lo habría dejado enfermo del estómago. Ahora está tan acostumbrado que es simplemente divertido "Entonces, ¿cuánto tiempo te vas a quedar esta vez?" Pregunta, levantando una ceja mientras el niño se limpia la boca con la servilleta colocada a su lado.