CAPÍTULO VI

340 36 3
                                    

Salí del hospital unas horas más tarde, después de que me dieran todas las indicaciones médicas de como cuidar el brazo y de que me lo vendaran. Miré al cielo y odié el día en que decidí que pretender ser humana era una buena idea. Aca estaba, fingiendo tener una torcedura de muñeca para que nadie sospechara de que algo iba mal, viviendo en una ciudad donde los silencios eran ensordecedores y la gente pretendía que todo estaba bien.

Suspire, pensando que podría llegar a casa en cuestión de segundo, pero mi nueva condición humana me obligaba a caminar. No era un camino largo, el hospital estaba alejado de la ciudad pero no lo suficiente para que fuese peligroso caminar. Había empezado a oscurecer, lo que no me molestaba, pero pensé que sería mejor llamar a la Laura para que me venga a buscar, después de todo que adolescente salía del hospital solo y casi de noche.

Estaba intentando llamar a la Sra. Stanley cuando el mercedes negro de Carlisle se paro delante mío y bajo la ventanilla del lado del acompañante.

-Melinoe, ¿te puedo alcanzar hasta tu casa?- El Dr. Cullen dijo, mientras se inclinaba sobre el asiento del pasajero para que pudiera verlo.

-No hay drama Dr. Cullen, justo estaba por llamar a la Sra. Stanley a ver si ella podía venir a buscarme- le asegure

-No hay drama en serio, de todos modos tengo que ir hacia ese lado- La verdad era que quería aceptar el viaje y no veía porque no. Asique asintiendo con la cabeza abrí la puerta y me subí en el lugar del acompañante.

...

Íbamos relativamente rápido pero estaba acostumbrada a eso, sabía que los vampiros se sentían atrapados en los autos y necesitaban la velocidad, aunque pude notar como intentaba llevar un viaje sereno dentro de todo para no asustarme.

Algo de ir en el auto con Carlisle al lado mío me tranquilizaba. Su olor abundaba en el vehículo, verlo manejando con la vista fija en la ruta y una mano suelta como queriendo llegar a mi mano, me llenaba de esperanzas y tranquilidad.

-¿Estás bien ahora?- Giró la cabeza para mi lado mientras me preguntaba

-Si, ya no me duele tanto- la verdad es que nunca me dolió.- Fue un tonto accidente por caminar distraída- comente. No era como si no fuese a sanar de un minuto a otro, pero fue tanta la preocupación de mis compañeros por mi muñeca que decidí dejarla así. Parte de fingir ser mortal, es saber cuando una caída provoca una lastimadura -Creo que en unos días ya va a estar mejor, de todos modos, no necesito esta mano para copiar en el colegio-

Vi como se le formaba una leve sonrisa y volvía la vista a la calle.

El resto del camino hasta la casa de Jessica fue sereno y sin charlas, no era una distancia larga desde el hospital. Y por más que tuviese ganas de preguntarle muchas cosas, había decidido pasar por humana, y ellos no saben sobre vampiros. Y hace ya muchos años que todas las criaturas se olvidaron de nosotros, no somos más que parte de un mito.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Carlisle paró el auto. Ya habíamos llegado.

-Gracias por traerme, no hacía falta en verdad- agarre mi bolso mientras abría la puerta

-No hay drama, en unas dos semanas tendría que curarse y estar bien. Volvé al hospital así ya sacamos la férula-

-Ahí voy a estar, gracias de nuevo Dr. Cullen- sonreí mientras bajaba de auto, y lo salude una vez más una vez que cerré la puerta. Se quedó en la entrada hasta que entre en la casa y vi por la ventana como se marchaba.

...

Corrí escaleras arriba con el corazón acelerado, no podía creer lo que había pasado, después de tantos años había finalmente hablado con él y se interesaba en mí, le parecía fascinante o esa fue la impresión que tuve de su mente. El primer contacto con Carlisle y se había ofrecido llevarme a casa, que era más de lo que esperaba. Me sentía extasiada, había intercambiado palabras con Carlisle.

Llegué a mi habitación corriendo de alegría y me tumbé en la cama riéndome.

Me levanté con cuidado de la cama y cerré despacio la puerta, no importaba que no hubiese nadie en la casa, algunas cosas deben hacerse con cuidado.

Me senté en la cama y miré fijamente el placard, tenía que encontrar el árbol cuanto antes, no podía seguir escondiendo las cosas en el cajón de las sabanas. Esa noche tendría que ser, no podía seguir arriesgándome con incursiones al bosque a menos de ser necesarias, no podía ser vista de noche ni por los Cullens ni por los licántropos.

Abrí la ventana y deje que el aire corriera en la pequeña habitación e invadiera mis pulmones limpiándolos, podía sentir el olor del bosque recién mojado y la tierra húmeda. Sacándome la férula con cuidado, mire para todos lados y me asegure de que no hubiera nadie cerca, ni siquiera el vecino en su patio, antes de volver a poner mi mano en su posición original.

La tomé con la otra mano mirándola con cuidado, inspeccionando las heridas, dolía un poco y no quería dejar que volviera a su lugar de manera natural, no estaba acostumbrada a soportar este tipo de dolor físico. Susurre suavemente therapévo, y mis manos brillaron un segundo, y así como el brillo vino se fue, y mi muñeca volvió a ser la misma de siempre. Siempre podría fingir con la ferula.

BLUE MOON ➛ Carlisle Cullen (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora