Navidad

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    LYRA ENSERIO TENÍA GANAS DE IRSE AL CAMPAMENTO MESTIZO por Navidad, pero le había prometido a los chicos que se quedaría.

En ese tiempo habían agredido a Nick Casi Decapitado—el fantasma de Gryffindor—y a Justin Flint-Fletchey.

En el club de duelo Harry estaban evitando que atacara a Justin pero había sido señalado cómo culpable. Habían difundido rumores sobre la familia de Lyra y qué Bellatrix Lestrange—prima segunda— y Sirius Black—su tío—estuvieran en la cárcel siendo ex-mortífagos.

La doble agresión contra Justin y Nick Casi Decapitado convirtió en auténtico
pánico lo que hasta aquel momento había sido inquietud. Curiosamente, resultó ser el destino de Nick Casi Decapitado lo que preocupaba más a la gente.

Se preguntaban unos a otros qué era lo que podía hacer aquello a un fantasma;
qué terrible poder podía afectar a alguien que ya estaba muerto. La gente se
apresuró a reservar sitio en el expreso de Hogwarts para volver a casa en Navidad.

—Si sigue así la cosa, sólo nos quedaremos nosotros —dijo Ron a Lyra, Harry y Hermione—. Nosotros, Malfoy, Crabbe y Goyle. Serán unas vacaciones
deliciosas.

Crabbe y Goyle, que siempre hacían lo mismo que Draco, habían firmado también para quedarse en vacaciones. Pero Lyra estaba contenta de que la mayor parte de la gente se fuera.

Estaba harta de que se hicieran a un lado cuando circulaba por los pasillos, como si fueran a salirle colmillos o a escupir
veneno; harto de que a su paso los demás murmuraran, le señalaran y hablaran en voz baja.

Fred y George, sin embargo, encontraban todo aquello muy divertido. Le salían al paso y marchaban delante de él por los corredores gritando:

—Abran paso a los herederos de Slytherin, aquí llega el brujo malvado de
veras y la Señorita serpiente reserva un espantosos castigo a quién ose ofenderla...

Percy Weasley desaprobaba tajantemente este comportamiento.

—No es asunto de risa —decía con frialdad.

—Quítate del camino, Percy —decía Fred—. Harry y Lyra tienen prisa.

—Sí, van a la Cámara de los Secretos a tomar el té con su colmilludo sirviente —decía George, riéndose.

Ginny tampoco lo encontraba divertido.

—¡Ah, no! —gemía cada vez que Fred preguntaba a Harry a quién planeaba atacar a continuación, o cuando, al encontrarse con Harry, George hacía como que se protegía de Harry con un gran diente de ajo.

A Harry no le importaba; incluso le aliviaba que Fred y George pensaran que la idea del heredero de Slytherin era para tomársela a guasa. Pero sus payasadas parecían enervar a Draco Malfoy, que se amargaba más cada vez
que los veía con aquel pitorreo.

—Eso es porque está rabiando de ganas de decir que es él —dijo Ron
sentenciosamente—. Ya sabéis cómo aborrece que se le gane en cualquier
cosa, y tú te estás llevando toda la gloria de su sucio trabajo.

—No durante mucho tiempo —dijo Hermione en tono satisfecho—. La poción multijugos ya está casi lista. Cualquier día revelaremos la verdad sobre él.

LYRA BLACK, pjo & hpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora