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Entro a la habitación que compartiré con los siete Alfas, a penas hay tres camas, dos matrimoniales y una pequeña, la casa en la que nos alojamos es bastante más pequeña de lo que imaginaba cuando la he visto por fuera al llegar.

Al final Jin dormirá junto con Namjoon, Yoongi y Hoseok en una de las camas matrimoniales, Jimin, TaeHyung, JungKook y yo dormiremos en la otra y la única cama que queda libre, la usamos para dejar nuestras maletas ya que, si no lo hacemos de esta forma, no podríamos caminar por el espacio tan reducido.

La noche cae y todos tomamos nuestras formas animales para dormir sin ocupar tanto espacio.  Algo que a pesar de que nuestros cuerpos lobunos son muchos más grandes logramos hacer un ajuste lo suficientemente bien como para poder soportar el estar un poco apretados, pero que nos funciona para el horrible frío, manteniendo el calor entre nosotros.

No quiero ni imaginarme cómo dormirán las familias numerosas en casas de este estilo porque, estoy segura, de que esta es una de las casas más grandes de toda la aldea, cosa que no me gusta en absoluto, me apena saber que no voy a poder hacer nada, que no puedo sacar a esa omega de esta aldea, que no puedo ayudar a ninguno de los pertenecientes a esta aldea con un líder tan deplorable.

JungKook se acurruca junto a mí, esconde su cabeza en mi nuca y yo apoyo la mía en sus patas delanteras, tenerle así me hace sentir más calmada y segura, aunque la sensación de peligro aún corre por mis venas.

Espero que mis amigos lleguen sanos y salvos a la manada, aunque aún no sé realmente por qué Namjoon a accedido a pasar la noche aquí y a retrasar la decisión a mañana, no tiene ni el más mínimo sentido. No quiero que mi manada entre en guerra, pero si no estoy mal informada, la mitad de la cosecha se reparte entre otras aldeas, a cambio de recibir parte de su alimento, los osos, por ejemplo, nos dan pescado y miel a cambio de verduras, los zorros nos dan frutas, los leones y los tigres, carne de animales de los que carecemos en la aldea, los pumas carne y junto a los osos nos abastecen de materiales de construcción a cambio de contratar algunos servicios de la aldea, como lo es YoonSeok y Lia, Chou y algunos cuerpos de seguridad cuando necesitan apoyo extra.

—Aysel, no le des más vueltas al asunto del trato. — miro a Jimin, con la cabeza aún apoyada en las patas de mi novio, su pelaje es bastante oscuro por culpa de la escasa luz, pero aún puedo distinguir su pelaje grisáceo y sus puntas blancas, no respondo nada, eso no es lo único que me preocupa. —Jin no ha visto nada, si fuese a pasar algo nos lo habría dicho. — sus susurros son calmados, pero yo me tenso, Jin no siempre acierta en sus predicciones, hay mil factores que las modifican día a día.

—Mejor durmamos, mañana será bastante largo. — susurro, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar levemente por Morfeo, la sensación me mantiene alerta incluso cuando ya estoy casi dormida.

Soy capaz de oír pasos y murmullos de personas que caminan alrededor de la cabaña en la que dormimos, les escucho alejarse y pasos nuevos acercarse, me siento cómo cuando vivía en aquella cueva que visité a penas hace unos días, me siento en peligro, un peligro constante.

(...)

Me despierto al escuchar los pasos de los chicos por la habitación y al sentir el frío en mi cuerpo, tomo mi forma humana y me levanto, algo más perezosa de lo que me gustaría admitir, les veo abrocharse sus chaquetas y me cabreo con ellos por no despertarme antes.

—Aysel, puedes usar el baño para cambiarte. — JungKook me besa en la frente al mismo tiempo que me levanto, me entrega una muda de ropa y aunque le veo sonrojarse un poco, le devuelvo el beso antes de entrar al baño y cambiarme rápidamente de ropa, me parece un gesto demasiado adorable como para molestarme.

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