|•06•|

18.7K 1.5K 261
                                    

NAMJOON EN LA IMÁGEN DE ARRIBA

...

—Llevo desde poco más de cinco años. — sus ojos se abren en total asombro, noto las tres miradas sobre mí y siento que no se esperaban esa respuesta por mi parte.

Porqué si, no solo habían pasado meses, había pasado ya cinco años, solo que no me atrevía a decirlo, no quería admitirlo, porque en mi mente aún estaba aquella promesa, quizás era obvio que ya la rompí, pero quería creer que aún tenía algo de tiempo, si, más tiempo del que ya me había tomado.

—¿Qué pasó? —Namjoon vuelve a preguntarme, parece preocupado.

—No lo recuerdo bien.— digo algo triste pues no soy capaz de recordar más que algunas imágenes borrosas.

Era confuso, sabía con perfección que había estado presente en aquel desastre, que había llamas, humanos, gritos, aullidos, balas y más, mucho más, pero era como si yo misma bloqueará cosas y solo me permitía recordar lo que estaba por encima.

—De ese día recuerdo poco, estar con mi padre y hermano en el bosque, junto a la manda y de repente escuchar aullidos, gritos desgarradores y el olor a sangre inundar mi olfato, después recuerdo una sonrisa, una sonrisa macabra y sin duda aterradora, unas palabras y un empujón que me hizo caer por una pequeña ladera y eso fue después que me atravesara en las llamas de las que logré salir.

Todos me miran horrorizados por lo que acabo de contar, no entiendo sus expresiones, no es algo que ellos puedan cambiar o modificar.

—Dios. —Namjoon es el único que dice algo durante varios minutos.

—Si no la aceptas tú lo haré yo. —Jin parece cabreado ¿Por qué?

—Creo que la respuesta es obvia Jin, no sé cómo cojones ha conseguido aguantar tantos años sin manada y sin morir.— siento que se han olvidado de mi presencia y no me resulta cómodo en absoluto. —Está claro que se quedará aquí.

—Mañana comenzaremos a buscarte una casa y algo de ropa ¿Te parece bien? — Jin me sonríe y asiento sin mirar esa sonrisa, no quiero llorar y cada vez que alguno sonríe tengo ganas de hacerlo, me halaga y me alegra que quieran ayudarme de esta forma, pero sus sonrisas no ayudan.

—Sí, muchas gracias.

—Esta noche dormirás aquí. —Namjoon me sonríe y muestra unos hoyuelos que me recuerdan a mi madre, sonrío con algo de nostalgia, me muero por acariciar los hoyuelos de mi madre, pero no puedo, ella no está, al menos aún no la he visto.

¿Ellos aún estarán Aquí?

Me aterra pensar que ellos no hayan logrado llegar, que no estén aquí si no en otro lugar o peor, que ninguno haya podido sobrevivir luego de luchar por salir, que se hayan ido de aca luego de tanto esperar... de tanto esperarme.

Vuelvo en mí cuando detecto un olor diferente en la entrada, huele a primavera y es relajante, un chico de pelo gris, bastante bajito entra en la habitación, bastante alegre al parecer.

Sus ojos son rasgados y pequeños, de color avellana, su nariz es pequeña, sus labios anchos y puedo ver como uno de sus dientes está algo chueco, parece estar bien formado, viste con unos pantalones de media pierna y una camiseta negra de tirantes.

Me fijo en su cabello, puesto que los tres que he conocido, lo llevan teñido y este sigue el mismo patrón, solo que en vez de reflejos, su cabello está completamente de un gris platinado, que le queda bastante bien.

¿Cuántos alfas vivirán en esa casa? Es la siguiente pregunta que me hago cuando dejo de observar su apariencia. Sé que la manada del Sur es conocido por ser dirigida y cuidada por siete alfas, pero ¿Vivirán todos acá?

DESTINADOS.  •j.jk• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora