|•11•|

15.7K 1.3K 564
                                    

JUNGKOOK EN LA IMÁGEN DE ARRIBA

...

Mis oídos captan ruido fuera de la habitación, me remuevo, pero me detengo abruptamente de hacer algún movimiento, puesto que algo me lo impide, observó mejor y un pequeño lobezno de pelaje cobrizo se acurruca entre mi pelaje.

Entonces no era mentira, no era un sueño, en realidad eso sí estaba pasando, era tan real como que él lobezno a mi lado empezaba a despertar por haberme movido y haberle quitado su comodidad.

Mi hermano, mi cuñada y mi pequeño sobrino, en verdad, ellos estaban aquí. Estoy aquí con ellos.

Pensé que todo era un sueño, a noche nos habíamos acostado en la habitación de Ansel, junto a él, todos teníamos nuestra forma lobuna, todo para recordar los viejos tiempos, el como nos portabamos calor entre todos.

Pero todo era tan real y como en los viejos tiempos que solo pude asimilarlo como un sueño muy realista que luego me hundiría en la melancolía.

¡Pero No! Si pudiera gritar lo haría.

Ahora puedo reconocer el ruido, proviene exactamente de la cocina, venía acompañado de un olor muy delicioso, miel, estaban haciendo panqueques, por esa razón Ansel y yo éramos los únicos que aún dormían.

Él pequeño lobezno a mi lado me mira, mientras su patitas masajean mi panza, en un intento de más contacto, recuesta su cabeza en mi pata y le miró dando un pequeño lametón a su mejilla en forma de beso y buenos días.

Su mirada se torna curiosa, por lo que no dude en pensar que una pregunta ya se estaba formando en su pequeña cabezita.

—Noona, ¿puedo hacerte una pregunta? —parece algo cohibido, asiento y le doy un pequeño toque con mi cabeza. — ¿Cuándo y cómo fue tu primera transformación?

Abro mis ojos en sobremanera ante la pregunta del pequeño lobezno que aún sigue apoyado en mi pata, me preguntó varias veces a mí misma si está bien contarle como pasó en este mismo momento o si debo esperar.

Se mueve un poco, lo suficiente como para mirarme con más comodidad y en su mirada aparece un pequeño destello de ilusión e intriga.

—Mi primera transformación... — susurro para mí misma y siento como asiente con su pequeña cabeza contra mi pata. —Fue con 8 años. — el pequeño parece sorprendido. —Duró cinco días, yo estaba completamente sola, los abuelos habían salido a las manadas vecinas, junto a tu padre, en ese tiempo tu mami aún no estaba con nosotros, yo no quería ir, mi excusa fue que cuidaría la aldea, pero no era necesario, está quedaba al cuidado de los guardias y hasta de los mismos miembros de la manada. — Él pequeño se mostraba atento queriendo saber más, sonreí y seguí. — Podía salir y entrar de casa, pero siempre he sido algo… Mhmm no muy sociable, por lo que no salía ni avisarle al vecino si me faltaba comida, en ese momento mamá tenía ropa para mí, pero no sabía dónde la guardaba y el teléfono de emergencia estaba en  el centro de la aldea, con la guardia.

» —Por lo que no tenía donde conseguir ropa ni nada que me cubriese asi que me resguardé durante esos días en mi habitación, para ser clara, lo hice oculta en el pequeño clóset que compartía con mi hermano, su ropa tenía aún su aroma, por lo que lo utilice para poder distraerme y calmarme, no salí para absolutamente nada durante esos cinco días, estaba aterrorizada. Cuando llegaron a casa, la sorpresa que se llevaron al verme en mi pies, que solo mis manitas utilizarán una camisa grande de papá para cubrir mi cuerpo les tomo por sorpresa, no lo podían creer, más aún cuando no busque ayuda.

—Noona, ¿tu infancia fue muy triste? — No termino de entender su pregunta, pero aun así sé que esa no es la palabra correcta para definir mi infancia.

DESTINADOS.  •j.jk• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora