Parte 1: dos tazas frías de té.

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—Muy bien, ahora solo deben firmar lo y estarán oficialmente divorciados.

Kaoru pasa saliva y ve de reojo a Kojiro; él mira el suelo solamente con sus manos por debajo de la mesa.

Lo pensó un poco, ¿Realmente se iban a divorciar? Lo piensa por un momento, ¿Por qué se casaron en primer lugar?

Ah sí, porque eran jóvenes y de amaban.

Porque creyeron que podían tapar el sol con un dedo.

Porque ninguno se terminaba de acostumbrar al otro

Porque eran jóvenes, porque se amaban.

Kaoru suspiro de nuevo, tomo los papeles y firmo sin pensarlo. Bueno, si lo había pensado, él fue el que nombró el divorcio y Kojiro fue el que le dió la idea.

Ni si quiera cuando se casaron había firmado tan rápido.

Kojiro suspiro y firmo después de él.

Listo.

Ya no había nada más entre ellos.

¿Cómo Kauro pudo pensar que Kojiro cambiaría solo por estar casados? En su mente no le cabía la idea de que se fueran a casar en primer lugar, de que Kojiro dejará de lado su vida nocturna y a las mujeres.

Adam se lo había dicho.

"Me sorprendería si durarán un año de casados"

Duraron tres pero, ¿Quién los cuenta?

Kojiro no cambio y ahora lo lamentaba como nunca antes.

—Podemos seguir siendo amigos...ya sabes, lo hemos sido por mucho tiempo. Nada cambiaría.—Kaoru le sonrió después de hablar y Kojiro se dió cuenta de que ya no tendría esas sonrisas en las mañanas.

—Estaría bien, supongo.

Lo estuvo, al menos al principio.

Todos estaban celebrando el cumpleaños de Langa, después de la llegada triunfal de Adam todos habían seguido con sus cosas.

Kaoru hablaba con Miya sobre tener que limpiar su patineta porque el maldito zorro mascota del gerente de Reki se había acostado en él.

—No fue para tanto—dice Miya.

—Carla no es solo una patineta, es mi todo.

—Es solo una máquina—Kojiro se mete en la conversación. Miya se burla y asiente a lo que dijo el peliverde.

—Tiene más sentimientos que tú.

Miya frunce el ceño. Ha visto a esos dos pelear por tonterías, conoce el timbre de sus voces cuando lo hacen y la forma en la que Kaoru lo dijo y al arrepentimiento que tuvo casi después de dejar salir aquellas palabras es algo nuevo.

Sobre todo cuando Kojiro le sonríe triste y se aleja de ellos.

Sobre todo cuando Adam los mira sonriente y niega.

Como si estuviera acostumbrado a ellos.

La fiesta sigue, las pequeñas miradas entre Kaoru y Kojiro no paran.

A los dos malditamente los inundan recuerdos del pasado por la manera en la que Langa y Reki se tratan.

Porque así se trataban ellos.

Kaoru limpia una lágrima y dice que tiene que irse, Kojiro lo sigue.

—¿Podemos hablar?- pregunta Kojiro.

—No hay nada de qué hablar.

SK8♾️ |one shots|🛹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora