SK8♾️ |one shots|🛹

🍎🐍Blue velvet🐍🍎

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🍎🐍Blue Velvet🐍🍎

"Ours a love I held tightly

Feeling the rapture growLike a flame burning brightly

But when she left, gone was the glow of". 

Bien dicen que después de la tormenta sale el arcoiris pero, ¿Qué pasa cuando está el arcoiris y después viene la tormenta?

Noviembre llegó lluvioso y a veces helado pero en la mansión de Adam todo era cálido y caliente. Tadashi y Miya hicieron sentir aquel calor en aquella casa.

Llevaban ahí viviendo un mes; mientras que Adam trabajaba, Tadashi hacia de desayunar, comer y cenar para todos.

Adam le había comprado a Miya una piscina de pelotas en la que el pequeño se entretenía por mucho tiempo.

Cuando Tadashi fue a renunciar a su trabajo todos se pusieron tristes ya que él era el que incrementaba las ganancias en aquel lugar y ahora sin él tenían que hacer algo para que sus mejores clientes no se fueran. Así como un cliente en particular no se puso nada contento en saber qué su más preciada joya se había ido del lugar.

—¡¿Y en dónde rayos está?!— Gritaba el señor Patrik cada vez más molesto.

—N-o lo sabemos señor, él s-olo dijo que había encontrado otro trabajo.

—¡Mienten!

—D-de verdad que no lo sabemos.

Enojado, Patrik se fue de ahí y subió a su auto pero no sé rindió. Le pidió a uno de sus mejores hombres que investigará en donde vivía Blue.

La dirección fue enviada a su celular dos días después.

—Te tengo, mi blue velvet.

Mientras, en casa de Adam todos convivían en alegría, sin saber que sus vidas estaban a punto de cambiar.

Rose, la ama de llaves de la mansión jugaba con el pequeño Miya; era una mujer muy amorosa y amable que amaba a los niños y le había tomado cariño a Miya y a Tadashi.

—¿Te quedas a cenar Rose?

—No lo creo querido, los fines de semana voy a visitar a mis hijos y los viernes siempre hago la maleta.

—Oh bueno, es una pena.

—Lo sé, entiendo por el señor Adam que cocinas delicioso. Le gustas.

Tadashi se sonroja pero no dice nada ya que la puerta es abierta y Adam entra con un rostro cansado pero con una sonrisa en el rostro.

—Bienvenido señor—. Saluda Rose.

—Oh Rose, ¿Te quedarás a cenar?

—No, ya tengo que irme pero en otra ocasión con gusto lo haré. Nos vemos el lunes.

Se despide de todos y sale de la mansión. Adam le da una sonrisa a Tadashi quien aún se encuentra sonrojado.

—¿Que tal el trabajo?— Pregunta Tadashi.

—Cansado pero bien. ¿Ya está la cena?

—Si, lava tus manos primero.

Sirve dos platos y dos copas de vino en la mesa, trae a Miya en su silla y le da de comer papilla junto con pequeños pedazos de pollo y jugo de naranja.

—Como siempre, delicioso.

—Gracias.

—Por cierto, he estado pensando...¿No crees que es mejor si se vienen a vivir conmigo? Es decir, literalmente ya viven aquí.

—Bueno, es cierto pero, ¿Que dirán las personas?

—Pueden decir lo que quieran, además no es un secreto que me gustas.

—Lo pensaré.

Claro que no tuvo que pensarlo por mucho tiempo, Adam tenía razón, han estado viviendo ahí por un mes en el que al menos va solo un día a su departamento para traer algo de ropa.

Mañana mismo saldría a su departamento para traer consigo todo lo que había dejado, tendría que dejar las llaves y sobre todo decirle al casero que ya no viviría más ahí.

Ahora mismo, dormía a Miya cantando una canción de cuna, el pequeño se quedó dormido inmediatamente, así que Tadashi tuvo tiempo para darse una ducha.

Se cambió y bajo a la cocina por un vaso de agua donde se encontró a Adam revisando su celular.

—¿No podías dormir?

—No, solo baje por un poco de agua.

La tensión sexual se sentía en el aire, desde que Tadashi había llegado ahí ellos no habían tenido ningún contacto de ese tipo. Pero las miradas que se daban lo decían todo.

Claro que, Adam jamás tocaría a Tadashi sin su consentimiento.

—Buenas noches.

—Que descanses.

Cada uno se fue a su habitación pero en la madrugada ninguno podía dormir, así que Tadashi procuro que Miya estuviera bien dormido para poder ir a la habitación de Adam.

Parecía desesperado y lo estaba pero es que ya no aguantaba mas sin sentir sus manos sobre su cuerpo.

Toco dos veces cuando Adam abrió la puerta y se colgó de su cuello para comenzar a besarlo desesperadamente.

—Por favor, hazme tuyo.

Adam lo sostuvo de la cintura y lo cargo haciendo que enredara sus piernas a cada lado de su cadera. Pasaron a la habitación cerrando la puerta y lo depósito con sumo cuidado en la cama.

—Te voy a hacer el amor, Tadashi.

Era la primera vez que lo llamaba por su nombre estando en aquella situación.

Y lamentablemente, sería la última.

A la mañana siguiente, los dos despertaron en los brazos del otro, felices y besando sus caras, el sol entraba por la ventana y el canto de los pájaros se escuchaba fuerte y claro.

Los dos junto a Miya bajaron a desayunar.

—Iré al departamento por más ropa.— Anuncia Tadashi.

—Puedo contratar gente para que haga eso.

—Solo es ropa, puedes hacer eso cuando tenga que traer los muebles de Miya.

—Puedo comprarles muebles aquí, podemos renovar lo que quieras. A tu gusto.

—Eso sería pedirte demasiado.

—Lo hago porque quiero.

—Gracias, aún así, iré por ropa solo hoy. No tardaré mucho, puedes quedarte con Miya mientras tanto.

—Eso suena emocionante.

Adam se quedó en la mansión con el pequeño Miya mientras Tadashi iba camino a su departamento por la ropa.

El autobús lo dejaba a unas cuantas cuadras de su departamento y era más barato que pedir un taxi.

Faltaban solo dos cuadras para llegar cuando alguien puso un pañuelo en su nariz y boca, lo sostuvo de la cintura y lentamente perdía el conocimiento haciendo que todo se volviera negro en un instante.