Mi dulce pecado: III/III final

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Ainosuke x Tadashi

PARTE III/III FINAL


La situación en la mansión no era la mejor. La tensión era enorme; mientras Ainosuke y Langa hablaban dentro del despacho, Tadashi se quedó afuera esperando...y esperando...los minutos parecían eternos.

—¿Quieres agua?—Reki pregunta ofreciéndole un vaso con agua.

Asiente y lo toma.

—No tengas miedo, nada malo puede pasarte a lo mucho quizás te despidan y ya.—dice el pelirojo.

—¿Se supone que eso me debe hacer sentir mejor?

—No la verdad es que ya nada puede hacerte sentir mejor.—pronuncia con burla.

La puerta es abierta; alzan las miradas y primero sale Langa con una sonrisa en el rostro, detrás de él viene Ainosuke pero no se ve muy bien.

—Reki, mañana no me podrás acompañar al trabajo, llevarás al señor Tadashi a su casa.

¿Qué? ¿Había escuchado bien?

Inmediatamente mira a Ainosuke en busca de una respuesta.

—Mi esposo te explicará porque tomamos esta decisión. Fue un placer tenerte en esta casa.

Langa se va y atrás de él va Reki como buen sirviente.
Ainosuke alza ma mirada por primera vez y en sus ojos hay lágrimas.

—Tienes dos opciones—dice Ainosuke.

—Creí que ya había sido despedido.

—No... él cree que te irás.

—Dime mis opciones porque no te entiendo.

Toma un largo repito y lo deja salir.

—Puedes quedarte y seguir trabajando pero serás solo mi amante.

—¿O...?

—O, puedes irte y...ser libre, ya sabes salir con otra gente.

—Podría esperarte...—dice con la mirada en el suelo y la voz rota.

—No, no sería justo, hay un trato entre nuestras familias no nos...—aprieta los puños—no me puedo separar de él. Si lo hago las empresas de nuestras familias pierden.

—Pero... tú me amas, me quieres ¿Cierto?—pasa saliva porque no quiere llorar.

Sus ojos tienen lágrimas acumuladas queriendo ser libres; como él quieren que lo sean.

—No me amas—pronuncia lento y cada palabra duele en todo su cuerpo.

Ainosuke no ha dicho nada pero el silencio es suficiente respuesta a todo.

—Podrías quedarte...—Intenta decir pero Tadashi lo calla.

—¿Y ser tu amante por siempre? Y-o no quiero eso. Te amo mucho que enserio considero quedarme siempre a tu lado, pero... sé que algún día no podré más y te pediré que renuncies a todo por mí.

—No puedo renunciar.

—Lo estás haciendo, estás renunciando a mí.

A primera hora del día, Tadashi sale con sus cosas en dos maletas y una pequeña mochila.
Viste con pantalones y una camisa de botones, Ainosuke no lo había recordado tan lindo, era raro ya que estaba acostumbrado a verlo con uniforme y ahora era simplemente un chico.

Observaba por la ventana mientras Tadashi se subía al auto y Reki arrancaba para irse, quiso salir, bajarlo del carro decirle que lo ama y que renuncia a la empresa, al dinero y a su esposo por él, que lo deja todo por él.

Pero no lo hizo. Dejo que se fuera.

3 años después

Tadashi y su madre veían televisión; era un viernes en la noche como cualquier otro.
Después de su trabajo como mesero, Tadashi y su madre siempre veían la tele con palomitas, sobre todo el canal de chismes.


—"...continuamos, ahora les tenemos la lista de las celebridades que se han divorciado, sin duda los dos últimos años han Sido de muchos divorcios en el mundo del espectáculo..."


Tadashi dejo de escuchar cuando el microondas le aviso que las palomitas estaban listas, se paro por ellas y las puso en un plato.


—"los terceros en la lista son Ainosuke y Langa, estos dos llevan más de un año divorciados, las fuentes dicen que fue por diferencias irreconocibles. Ellos realmente lucían muy enamorados..."


No lo sabía, miraba la tele en shock, no sabía que se habían separado. Su corazón se partía en dos; hace más de dos años separados y él...y Ainosuke no lo había buscado. Vaya...


—¿Tadashi? ¿Hijo, estás bien?


—¿Qué? Ah sí madre, aquí están las... palomitas.


Los días después de ese no fueron muy diferentes, se levantaba, trabajaba y volvía a casa a las once de la noche.
Un auto negro esperaba en la entrada de su casa un sábado en la noche, con el ceño fruncido entro a su casa.

—Madre, ya volví, hay un auto afuera de la casa, ¿Sabes de quién es?

—De tu amigo—respondió su madre y salió de la cocina.

—Yo no tengo ningún amigo con...—de la cocina también salió Ainosuke.

Con traje, tan elegante, limpio y pulcro como siempre lo ha sido.

—carro... Tú.

—Hola.

La situación era algo tensa, Tadashi no podía creer que después de tres años se apareciera en su casa como si nada hubiese pasado.

—Bueno, creo que tienen mucho de que hablar así que...saldré con la vecina por un momento.

La madre del pelinegro sale de la casa. Ainosuke rompe la distancia y se acerca más a Tadashi, éste retrocede.

—Lo lamento, se que quizás no me quieres ver y lo entiendo tarde más de lo esperado en volver a ti pero ahora estoy aquí pidiendo...no, rogando por otra oportunidad.

Ainosuke se hincó a los pies de Tadashi y tomo sus manos entre las suyas.

—No entendía que te amaba demasiado hasta que te Vi salir de la mansión con tus maletas en cada mano y mi corazón se hacía trizas...


—¿Por qué no viniste antes? ¿Por qué ahora? Creí...creí que jamás te vería de nuevo.

Tadashi alzo su mano y le dió una cachetada en la mejilla izquierda.

—Lo merezco—le dió otra en la mejilla derecha—también esa.

—Una fue por no detenerme hace tres años, la otra fue por aparecer aquí como si nada y esto...

Ainosuke cerro los ojos esperando otra cachetada pero lo que obtuvo fueron unos labios dulces posados sobre los suyos. Se puso de pie y tomo a su amado por la cintura atrayendolo más a él.

Sus lenguas se conocieron de nuevo, era un beso de amor, de bienvenida, un beso dulce y amoroso que gritaba de las dos partes un: "te extrañé".

—No puo volver antes, tenía muchas cosas que arreglar de la empresa para poder ser libre junto a ti.

—No importa, estás aquí.

—Si, ¿Me extrañaste?

—Sí.

—¿Me sigues amando?

—Sí.

—¿Me ibas a seguir esperando?

—...sí.

—¿Te casas conmigo?

—Sí, ¿Qué?

Y ahora, arrodillado, saca de su pantalón un anillo de plata con un diamante en el y toma la delicada mano de su amado.

—¿Te casas conmigo?—Repite con lágrimas en los ojos.

Tadashi suelta un suspiro y asiente feliz.

—Sí.

SK8♾️ |one shots|🛹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora