✠ Cap 27 ✠

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Capítulo 27

Nadie le había dicho a Kana que los bebés vampiros se desarrollaban con muchísima más rapidez que un bebé mortal. Natasha Jongcheveevat tenía apenas tres meses de nacida pero parecía una bebé de mucha más edad, en números quizás no fuera mucha la diferencia, pero físicamente se podía apreciar muy bien el cambio.

 Natasha Jongcheveevat tenía apenas tres meses de nacida pero parecía una bebé de mucha más edad, en números quizás no fuera mucha la diferencia, pero físicamente se podía apreciar muy bien el cambio

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Estaba completamente fascinado con su nueva faceta como papá, y absolutamente encantado con la vida en pareja que vivía a lado de Mew. Su imperturbable ALFA era todo lo que había deseado en la vida, y más. Mew era sumamente atento, amable, cortés, galante, servicial, afectuoso, cariñoso, muy amoroso y totalmente complaciente.

Además de que era un padre extraordinario. Su compañero estaba fascinado con su hija, la cuidaba día y noche, pedía siempre darle de comer, solía cantarle para que durmiera y en general pasaba la mayor parte del tiempo con ella y con él, siempre cuidándolos y procurándolo que nada les faltara.

Algo que había cambiado Mew desde que Natasha había llegado a sus vidas eran los periodos de descanso, que ahora con la bebé en casa solían ser mucho más prolongados. Normalmente, Suppasit no solía descansar durante mucho tiempo, no le gustaba estar en cama tanto tiempo sin hacer nada. Pero ahora, se la pasaba con su pequeña hija en cama mientras la niña dormía; él y Scar se habían vuelto terriblemente protectores con la bebé. Y le encantaba, no lo iba a negar.

Una rutina más que había cambiado en su vida de pareja era cazar. Mew por fin le había dejado salir a conseguir su propio alimento por su cuenta. Le había enseñado las reglas principales y las mejores técnicas para ser más eficiente, y él como buen aprendiz había asimilado perfectamente las enseñanzas que su compañero le había brindado. Así que no solo salía a conseguir "comida" para él, sino para la pequeña Natasha también, que de momento, al ser tan pequeñita consumía únicamente sangre de animal.

Gulf como un vampiro consumado era certero, efectivo, competente y sobre todo muy poderoso. A pesar de que hacía tiempo había dejado de ser un neófito, su fuerza no había cambiado en lo absoluto, él seguía siendo más poderoso que Mew, puede que la diferencia no fuera tan visible pero sí muy considerable. Entre tanto, el mayor seguía siendo mucho más veloz que su pareja, pero era precisamete esa disparidad en sus habilidades lo que los volvía un equipo perfecto.

Kana volvía de cacería mientras Mew se había quedado con la pequeña Natasha para darle un baño. Había bebido la sangre de dos enfermos terminales y había cazado un par de jabalís para extraer su sangre y recolectarla para su hermoso girasolito. Al entrar en la mansión, notó que Ionel estaba en sala principal con semblante preocupado.

- ¿Ocurre algo? – se acercó hasta su suegro. Su relación con él seguía igual, no obstante se seguían tratando con cordialidad y respeto. 

- Quisiera hablar contigo Kana – dijo el hombre con seriedad.

- Te escucho –

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