Anime boy ִֶָ 𝗖𝗵𝗮𝗻𝗹𝗶𝘅

OO8

— Eres guapo. 

Eso fue lo que Felix le murmuró ese día. 

Ambos estaban recostados en el patio trasero de la universidad, el cual estaba casi vacío, eso era extraño. Habían aprovechado el silencio para leer un poco, Chan se había apoyado en el tronco de un árbol, mientras que Felix apoyo su cabeza en sus muslos, leyendo desde el celular. 

Bang movió su libro, observando su rostro. 

Ya casi llevaban dos meses de amistad, pero después de ver la forma en que había reaccionado Lee ante el beso en su cabeza, decidió que no insistiría con su amor. 

Aunque de vez en cuando le daba pequeños besos cuando se encontraba distraído, en el hombro o brazos, Felix no notaba esos. 

— Tú lo eres mucho más. 

El contrario estiro su brazo, colocando su índice junto a la boca de Chan y este sonrió, para que el menor pudiera tocar su hoyuelo, le gustaba hacer eso. 

Luego de eso, Felix se fue, había quedado en juntarse con sus amigos, pero le dijo que más tarde iría a su departamento. 

Felix tenía dos mejores casi inseparables, Hyunjin y Minho. 

Minho parecía un personaje de anime también, aunque por alguna razón no le interesaba mucho. 

Lee era el personaje secundario, mientras felix se llevaba el principal. 

Hyunjin le agradaba un poco más, siempre bromeaba con ellos y parecía cuidar de Felix como un guardaespaldas, eso le gustaba. 

Minho con su cara de pocos amigos y tono serio le espeluznaba, Felix le pidió que le perdonara, era escorpio. 

Ese día Felix se quedó hasta muy tarde en su apartamento, viendo un anime, como de costumbre. 

Chan le dijo que se quedara a dormir, lo cual el menor aceptó. 

Al principio, Bang iba a dormir en el sofá, pero Lee insistió en que no aceptaría eso, y asi fue como ambos terminaron compartiendo cama. 

Chan apenas durmió esa noche, observando cómo un loco el rostro dormido de Felix. Memorizo cada pequeña peca, marca y grano, especialmente aquella pequeña perfecta pequita en forma de luna creciente en su rostro, le encantaba. Lee ahora tenía la mitad del cabello rojizo y la otra en una tonalidad gris oscuro, se veía hermoso. 

Cuando el menor despertó, fue como un sueño, se despertó soltando un bajo bostezo, estirando sus brazos dentro de la larga camiseta que Chan le había prestado, adorable, pensó. 

No pudo evitar soltar una risa mientras tomaba su rostro en sus manos y le besaba la mejilla. Felix solo frunció el ceño, hablando algo inteligible entre bostezos, con los ojos cerrados. 

Bang se sintió orgulloso cuando apareció junto al chico ese día temprano en la universidad.