ACTO DOS, CAPÍTULO TREINTA
cayendo a pedazos─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ───
SI LA MUERTE DE BOYD LLEGÓ A ANDI TANTO COMO LO HIZO, solo podía imaginar lo que le estaba haciendo a Derek. Los Alfas lo obligaron a hacerlo y ella trató de detenerlos, pero Boyd aún murió. Pasó por el problema de hacer que Kendall hablara y todo fue para nada. Kendall la llamó malvada por lo que hizo y quizás tenía razón pero las vidas de los amigos de Andi estaban en riesgo, y aún lo estaban. No había forma de saber hasta dónde llegaría para salvar a las personas que le importaban, pero parecía que no había ido lo suficientemente lejos. Tal vez debería haberse esforzado más para salvar a Heather, Erica y Boyd.
—¿Amanda? —llamó su abuela mientras abría la puerta de su dormitorio.
Andi todavía estaba en el mismo lugar en el que había estado durante las últimas dos horas. Pasó todo ese tiempo en su mullido mono rosa con aguacates y capucha y no se movió de la cama.
—No, no quiero nada —murmuró Andi en su almohada.—De hecho vine aquí para decirte que alguien está aquí para verte —dijo su abuela y Andi gimió mientras rodaba sobre su estómago y se cubría la cabeza con la almohada.
—¡Diles que desaparezcan de mi vista! —dijo ella, esperando que su abuela simplemente se fuera.
—Está bien, se acabó la fiesta de la lástima —dijo su abuela mientras agarraba los tobillos de Andi y comenzaba a sacarla de la cama.
—¡No! ¡Suéltame! —Andi gritó mientras se agarraba a la cabecera y trataba de apartar las piernas de su abuela.
—¿Debería volver en otro momento?
Andi miró hacia arriba y vio a Isaac de pie en la puerta y rápidamente movió sus tobillos fuera del agarre de su abuela. Miró a su abuela que estaba de pie junto a la cama con las manos en las caderas y luego miró a Isaac, que se veía muy incómodo allí de pie.
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WICKED ALWAYS WINS ━━ isaac lahey (Pausada)
Fanfiction❝ juega limpio. ❞ ❝ me cansé de jugar limpio. ❞ ・.。.:*・ ella se preguntaba si había alguien dispuesto a aceptarla a pesar del poder con el que estaba maldecida. mientras él tenía los colmillos y las garras y todo lo que pedí...