❝ juega limpio. ❞
❝ me cansé de jugar limpio. ❞
･.｡.:*･ ella se preguntaba si había alguien
dispuesto a aceptarla a pesar del poder
con el que estaba maldecida. mientras él
tenía los colmillos y las garras y todo lo
que pedí...
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ACTO UNO, CAPÍTULO QUINCE drama familiar
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DESPUÉS DE TODO LO QUE PASÓ EN EL DISTRITO DE ALMACENES, ANDI ESTABA CANSADA. Durmió profundamente durante horas y cuando se despertó a la mañana siguiente, sintió que todo era solo un sueño. Un sueño realmente vívido. Pero sabía que todo era real y no estaba soñando. Todo lo que pasó desde que se mudó a Beacon Hills era real. Si tuviera que retroceder en el tiempo hace más de un mes y decirle a la versión pasada de sí misma que había brujas, hombres lobo, kanimas y cazadores sobrenaturales, habría pensado que estaba loca.
Dar un paseo a la tienda de comestibles para comprar bocadillos como si nada hubiera pasado le resultaba extraño ahora. Todo en lo que podía pensar mientras tomaba una lata de refresco era en que Jackson era un lagarto homicida. Cuando agarró una bolsa de papas fritas, todo lo que podía pensar era en cómo Jackson casi mata a todos y en cómo Gerard está en alguna parte. Cuando se acercó al mostrador para pagar, esperó pacientemente el precio total con las manos en los bolsillos de su sudadera. Miró a su lado y reconoció a Kendall de pie junto a los productos de higiene femenina y se tapó la cabeza con la capucha. Se enfrentó al mostrador y cuando vio el precio total, dejó caer el efectivo en el mostrador y esperó su cambio. La cajera le dio el cambio y ella se lo guardó en el bolsillo mientras la cajera metía sus papas fritas y su bebida en una bolsa.
—¡Oye, Princesa Bubblegum! —Kendall gritó en voz alta y Andi puso los ojos en blanco mientras tomaba la bolsa del cajero.
—¿Nunca te cansas de molestar a la gente a la que le importa un comino lo que tienes que decir? —Andi preguntó.
—¿Por qué no vuelves a Atlanta? —Kendall preguntó con los brazos cruzados.
—Sí, eso no va a pasar pronto —dijo Andi con una sonrisa sarcástica—. Voy a estar en la ciudad por un tiempo, así que será mejor que te acostumbres a tenerme cerca.
Andi quería reírse de la expresión del rostro de Kendall, pero simplemente pasó junto a ella y salió de la tienda. En lugar de ir a casa a comer papas fritas y refrescos, se detuvo en un parque público vacío y se sentó en uno de los columpios. Como no había nadie alrededor, podía comerse sus papas fritas mientras se balanceaba ligeramente hacia adelante y hacia atrás. Comprobó la hora en su teléfono antes de guardarlo en su bolsillo y disfrutar del silencio y la soledad. Esto era lo más tranquilo que se había sentido en las últimas seis semanas y solo quería disfrutarlo mientras pudiera. Por primera vez en seis semanas, no tenía que preocuparse por brujas, hombres lobo, kanimas, cazadores, ni siquiera por sus padres.
