El bosque

33.1K 2.6K 397
                                        

Todos salieron a buscarla pero nadie logro encontrarla. Sobre todo porque buscaban a una humana, por otro lado Fred y George buscaban un coyote. Pero tampoco la encontraron. Decidieron guardar ese pequeño detalle de que Isabelle era una animaga, hablarían con ella cuando la encontraran. Cuando llegaron a la casa ya todos habían vuelto,  pasaron unas horas y no sabían nada de ella.

- Tienes que hacer algo mamá, no puede pasar la noche fuera y sola, le puede pasar algo...

- Tranquilízate Ginny, también estoy preocupada pero no podemos hacer otra cosa, ya la buscamos por todos lados y no está.

- Fueron al bosque?- preguntó Percy.

- Es un lugar peligroso, no vamos a ir ahí.

- Y si está ahí? Tu lo dijiste mamá, es peligroso, tenemos que ir- dijo Ron.

- Nosotros vamos, tendremos cuidado madre, no te preocupes- Molly aceptó y los gemelos salieron.

Después de una larga caminata escucharon un ruido cerca de ellos, levantaron sus varitas y se acercaron. Su hermana, ahora en forma de coyote, estaba recostada sobre sus patas, en cuanto los escuchó abrió los ojos y se incorporó rapidamente. Tenía unos ojos azules brillantes y un pelaje hermoso. Los gemelos bajaron las varitas y se acercaron. Sabían que los animagos no pierden su conciencia estando en su forma animal como los lobos, así que no los lastimaría. Al darse cuenta de que eran ellos Isabelle volvió a su forma humana.

- Así que eres una animaga
- Asombroso

- Que hacen acá?

- Te vinimos a buscar, todos están muy preocupados por tí
- En especial Ginny, Ron y Mamá

- No quiero volver, no me siento bien ahí.

- Quieres contarnos que es lo que pasa?
- Prometemos que no le diremos a nadie

Se sentaron cada uno a un lado de ella, George puso su mano en la espalda y Fred le tomó la mano.

- Isabelle, somos tus hermanos y se que no nos conoces hace mucho
- Pero estamos aquí para ti, queremos conocerte
- Seremos como Bill, te cuidaremos y estaremos para ti
- Pero con la diferencia que somos dos y más guapos

Eso le sacó una una pequeña sonrisa a la chica. Era la primera vez que la veían sonreir.

- No me gusta hablar de como me siento, tampoco me gusta sentirme así. Es difícil poner ese sentimiento en palabras... Nunca se va, siempre está ahí. Por momentos lo olvido y puedo pretender que tengo una vida normal... pero eso siempre me atormenta. No se como dejar de sentir esto. A veces duele, a veces pincha, otras veces molesta o quema. Por momentos no quiero levantarme de la cama y quiero dormir todo el día, o a veces simplemente no puedo dormir aunque quiera. Me da mucha hambre y no paro de comer, o se me cierra el estómago y no puedo comer nada. Puede ser suave o fuerte, algunas veces es tan grande que se apodera de mi, como en la cena... Bill siempre dice que tengo que distraerme y hacer algo, salir con mis amigos, dibujar o escribir. Él siempre quiere saber como me siento, aprendió a leer mis miradas y expresiones. Siempre trata de levantarme el ánimo y hacerme felíz. Pero esa "felicidad" no dura mucho y vuelvo a caer en eso otra vez. Es agobiante, me hace sentir inútil e incompetente. En EE.UU. tenía maneras de eludir ese sentimiento, con Bill o con mis amigos, pero ellos ya no están conmigo y eso me hace sentir peor. También está el hecho de que todos son desconocidos para mí y socializar nunca fue mi fuerte. Me siento excluida en esa casa, fuera de lugar. Por eso quería levantarme e irme- suspiró y se acostó en el suelo cerrando los ojos.

- Nunca fue nuestra intención que te sintieras excluida
- Creo que eras muy diferente a todos nosotros- ambos se tumbaron en el suelo.

- Eso me lo dicen seguido... Es irritante

- Oye, que seas distinta no es algo malo
- Ser diferente no te hace menos, te hace única.

- Única pero sola... Ven, por eso me gustan los lugares así. Siendo una coyote es más fácil sentir que pertenezco, ellos son solitarios, el bosque es mi lugar favorito. Me gusta convertirme y correr bajo la luz de la luna. Me hace olvidar todo y liberarme.

- Serás una coyote solitaria, una chica única y diferente... Pero los coyotes se reúnes en manadas de vez en cuando para cazar y hacerse compañía
- Y los humanos necesitamos una familia para sentirnos parte de algo... Nosotros somos tu familia
- Podemos ser tu manada, estar ahí para tí, siempre
- Ya sea para cazar, para jugar, correr, bromear, llorar, gritar o reír.
- No le diremos nada de eso a nadie si es lo que quieres...
- Pero nos gustaría conocerte y hacerte parte de la familia

- Gracias... Y perdón.

- Perdón porque?
- No tienes que pedir perdón, no hiciste nada malo...
- Bueno, nos hiciste correr mucho
- Fred!

- Bueno es que son muy lentos- dijo riendo mientras se incorporaba. Charlaron un rato más y se conocieron. Después de unas horas volvieron a la casa. Los gemelos prometieron que no hablarían de nada de lo que pasó con nadie y le hicieron prometer a Isabelle que si ese sentimiento volvía no tenía que escapar porque ellos iban a estar para ella.

Tengo una melliza??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora