Parte 2

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La planificación no les llevó mucho tiempo. Decidieron decir que se habían conocido en la escuela -lo que era cierto-, empezando a compartir intereses como estudiar en la biblioteca en sus horas libres y que habían empezado a salir hacia apenas una semana, después de que él hubiera reunido valor para pedirle una cita. Él diría que le gustaba cuánto esfuerzo ponía en sus estudios, lo inteligente que era y lo interesante que era hablar con ella. Ella diría que le gustaba lo educado que era, agradable y dulce y cómo era capaz de seguir el ritmo de su ingenio.

La mejor mentira era la que más se asemejaba a la verdad, después de todo.

—Creo que lo que inventamos es suficiente —anunció la chica, exhalando suavemente y sentándose recta en su asiento.

Frente a ella, la hoja de papel que alguna vez estuvo en blanco ahora estaba llena de información valiosa de ambos y su supuesta relación. Ella miró el escrito, sintiéndose bastante satisfecha con los resultados, aunque un poco culpable de saber que engañaría a sus seres queridos. Pero aplastó ese sentimiento rápidamente, diciéndose a sí misma que sería solo por unos meses.

Frente a ella, Blake se inclinó hacia adelante y estiró el cuello para echar un vistazo también, sonriendo con aprobación ante la información y la perfecta caligrafía de ella.

—Sí, cubrimos todos los puntos, nadie podría negar nuestra relación —observó su amigo, luego levantó los ojos hacia ella con una sonrisa—. Somos una pareja oficial ahora, cariño —agregó la última palabra con un toque de humor.

Ella se rió suavemente ante su comentario, pero asintió.

—Sí, estás atrapado conmigo ahora —le advirtió, siguiendo su ejemplo con el mismo tono de broma.

Compartieron otra ronda de risa tranquila, luego ella suspiró y volvió a hablar.

—Nuestra relación tendrá que durar al menos una semana después de la boda —comentó, explicandole mas detalles —, y tendré que seguir mintiéndole a mi tía Gina por un par de meses después de esto.

Ella lo miró, poniéndose un poco más seria pero con una mirada suave.

—¿Seguro que quieres comprometerte? Esta es tu última oportunidad para retroceder —le advirtió, haciéndole saber que si él había reconsiderado no tomar parte en este plan, podría marcharse si quería.

Él resopló juguetonamente, conteniendo el deseo de poner los ojos en blanco.

—Me ofrecí, ¿no? —le recordó con una media sonrisa.

—Sí... está bien, solo quería asegurarme de que no estabas teniendo dudas.

—¿Por qué tendría dudas? —preguntó, interesado en conocer sus razones para pensar que cambiaría de opinión.

Ella se encogió de hombros.

—Quizás te diste cuenta de que todo esto es demasiado molesto para soportarlo.

—Voy a fingir que estoy saliendo con una chica hermosa e inteligente, ¿por qué sería eso molesto? —dijo eso con un claro tono de broma, pero ella se sintió halagada de todos modos.

—Porque esa hermosa e inteligente chica viene con una tía un poco loca —respondió en forma de burla pero inofensiva.

—Razón de más para estar dispuesto a ayudarte a aguantarla, ¿eh?

Él le dio una sonrisa amistosa y un guiño juguetón. Ella resopló suavemente.

—De acuerdo... pero te lo advierto, tendrás que lidiar con mis padres, mi mamá estará encantada y te llenará de preguntas, y mi papá es oficial del ejército, te enviará miradas duras e intimidantes siempre que pueda.

Charlotte Mas UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora