Charlotte necesita pareja para una boda (y para librarse de una tía entrometida). Y Blake solo trata de ser un buen amigo ¿no? Pero nadie le dijo a Henry que todo era una farsa.
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Here We Go...
Charlotte volvió a casa aquella tarde, pero la única que estaba en casa era su tía. Lo supo en cuanto puso un pie fuera de su puerta. Reaggaeton a todo volumen de su reproductor de música se oía a través de las paredes, amortiguado por el grosor de éstas. A su padre no le gustaba ese tipo de música, pero a su tía le encantaba. Le gustaba cualquier música que pudiera bailar con entusiasmo. Si alguien escuchaba ese ritmo más alto de lo recomendado significaba que sus padres se habían marchado y la tía Gina tenía la casa para ella sola.
Como había deducido, cuando abrió la puerta, se encontró a su tía vestida con una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos, descalza, bailando bastante bien la canción que sonaba. Llevaba su cabello recogido en un rodete y había una botella de agua por la mitad en la mesita.
Su tía le sonrió al verla y dejó de bailar mientras Charlotte bajaba un poco el volumen para poder hablar.
—Buenos tardes, cariño —la saludó Gina. Charlotte le devolvió la sonrisa.
—Hola, tía... ¿Nuevos movimientos? —señaló.
La sonrisa de Gina se hizo más grande.
—Sí, ¿te gustaron? Los estoy practicando para la fiesta de mañana —explicó.
Charlotte asintió. Su tía trabajaba en un estudio de danza y tenía el cuerpo perfecto para ese trabajo. Y mucho talento.
—Son muy buenos —halagó—. ¿Dónde están papá y mamá?
Gina se tomó un momento para beber un trago de agua antes de responder.
—Tu madre se fue para ayudar con algunos detalles de la boda y tu padre no quería quedarse aquí conmigo, así que prefirió acompañarla —contestó, poniendo los ojos en blanco—. Yo saldré en un rato para ayudar con lo de la música.
Charlotte rió suavemente, asintiendo en señal de comprensión.
—Cambiando de tema ¿Ya comiste? ¿Quieres que te prepare algo? —le preguntó su tía, sentándose en el sofá.
—Estoy bien, ya comí con mis amigos, gracias —fue la respuesta de Charlotte—. Sólo vine a darme una ducha rápida y cambiarme de ropa, ayer quedé en verme con Blake.
Su tía esbozó una sonrisa socarrona.
—Oh... ¿Otra cita tan pronto? ¿Vas a darle unos besos curativos? —preguntó burlonamente, haciendo gestos de besar con los labios.
Charlotte resopló con desgana, sintiendo que el calor se apoderaba de su rostro. Tragó en seco y suspiró, ignorando su comentario.
—Eso me recuerda, Ray me dijo que te avise que te verá esta noche —le informó.
