Parte 10

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De nuevo, Blake se encontró siendo arrastrado afuera de la tienda, pero reprimió la necesidad de apuntarle a la chica que podía caminar por sí mismo. Después de la demostración de carácter y el fuego en esos ojos suyos, decidió que no era buena idea antagonizar a la todavía molesta chica.

Esperó hasta que se detuvo en la esquina de la manzana dónde estaba la tienda para hablar.

—¿Estás bien? —sondeó con cautela.

Ella respiró profundo para calmarse antes de aflojar el agarre de su mano. Luego alzó sus ojos hacia él y le sonrió un tanto avergonzada.

—Sí, perdón por eso —se disculpó, liberando su mano—. Es solo que no me gusta que la gente crea que tiene derecho a interferir en mis decisiones como si fuera una niña pequeña, y Ray tiene el hábito de hacerlo a menudo... Lamento que te haya hecho pasar por eso.

—Estoy seguro que no lo hizo adrede —trató de tranquilizarla—. Llevas años trabajando con él, te quiere y quizás solo quería asegurarse de que soy un buen chico para ti...

—Puede ser... Pero Henry y Jasper también llevan años con él y aún así no interroga a sus novias cuando ellos las presentan —se quejó con molestía y un dejo de amargura.

—Bueno... Seguro eres especial para él —siguió Blake.

Ella le dio una mirada.

—Quiero decir... Por lo que pude descubrir, es soltero y nunca ha tenido hijos o hijas... Seguro los ve a ustedes como su familia adoptiva, y los padres pueden ser muy protectores con sus hijas... Tu padre por ejemplo —apuntó Blake.

Ella asintió, su amigo hacia un buen punto.

—Mi padre tiene una razón, es mí padre.

—Pero tu madre estaba realmente feliz de verte conmigo —le recordó Blake, codeándola de forma juguetona.

Charlotte le envió una sonrisa traviesa.

—¿A qué quieres llegar con eso?

—A que si hubieras sido Charles en vez de Charlotte y yo una chica, las cosas habrían sido al revés, tu padre orgulloso de ti y tu madre interrogandome y enviándome miradas asesinas porque no me habría creído digna de su hijo —explicó.

La dejó reflexionar en sus palabras antes de continuar.

—Debe ser lo mismo con Ray, te quiere y solo quiere asegurarse de que no te vayan a lastimar, si hubiera sido mujer, seguro las interrogadas serían las novias de tus amigos.

—Puede que tengas razón —aceptó Charlotte—. Pero Ray podría haber sido menos grosero contigo en lugar de avergonzarnos así.

—Si, es algo en lo que debería trabajar, aunque debo admitir que su método puede ser útil para ahuyentar a los imbéciles que quieran llegar a lastimarte, puede ser algo... Intimidante, si quiere serlo —admitió Blake algo avergonzado de revelar que su postura lo asustó bastante.

Charlotte no pudo evitar sonreír con complicidad. No tenía idea.

—Es un buen hombre en el fondo y puede ser amable la mayor parte del tiempo... Cuando no está siendo un idiota —bromeó Charlotte.

Él imitó su sonrisa ladina.

Se quedaron en silencio un momento hasta que Charlotte exhaló audiblemente.

—Bien, al menos el día fue mejor de lo que creí, mí tía está contenta y mis amigos te aceptaron.

—Henry pareció algo... preocupado —observó el chico.

Charlotte Mas UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora