Hate u ;myg + pjm

8

Yoongi estaba algo adormilado mientras Jimin insistía en besarlo sin parar para "despertarlo".

"¿Para que me va a despertar si más allá de hablar y besarse no podemos hacer más?"

Sonrió rendido y miro al chico quien sonreía escondiendo sus ojos gracias a sus grandes —lamentablemente ya no tanto— mejillas.

Suspiro sorprendentemente tranquilo. Hoy no parecía ser un mal día, ya le empezaba a tomar el ritmo a estar ahí. Curioso.

Se arrodilló frente al de pelo rosa y se abrazó a su cuello dejándolo besarlo. No lo culpen, besaba bien.

Cuando escucharon el incómodo carraspeo del guardia quien venía a dejarles el desayuno, se separaron avergonzados.

— no no, sigan — dice empujando el plato hacia ellos—. Mejor disfruten el tiempo que les queda

Deja la frase al aire sacudiendo sus mando en el delantal y sonriendo para sus adentros al sentir la mirada de los chicos fija en el.

— ¿No es lógico? — pregunta divertido al ver a Jimin mirarlo confundido — les dije que el jefe los quería vivos por un tiempo, no para siempre. Ya ha pasado un mes y sus papis no han dado nada, probablemente se deshagan de ustedes esta semana. ─ aclaró mirando directamente al de cabello rosa, le gustaba provocarlo.

Jimin se encogió contra le pecho de pálido tragándose las lágrimas.

El no quería morir. Quería salir de ahí, quería vivir una vida normal y seguir con Yoongi en un lugar mejor. También quería ver por lo menos una vez más a si madre y su hermana...

El hombre se fue con una sonrisa siniestra adornando su cara. Yoongi no sabe de quién fue la idea de dejarlo a él a cargo de dos adolescentes siendo que tenía toda la pinta de matarlos si no le pagaran tanto por mantenerlos vivos.

Cuando sus pasos no se escucharon Jimin se dejó caer y empezó a sollozar al menos agradeciendo que ya no es como los primeros días y ahora tenía a Yoongi junto a él.

Sin embargo esa llama de esperanza tampoco era tan grande como en los primeros días.

Yoongi miraba con tristeza al menor humedecer su ropa sintiendo un manto extraño y pesado cubriéndolo, haciendo sus ojos escocer y botar un par de lágrimas.

No se sentía para nada bien.

.

.

.

.

olam :)