Lucas (Luwoo)

Capítulo 8

Matt se agachó cuando los lobos y el oso pasaron corriendo por su escondite. Había seguido a Lucas desde la ciudad, decidido a encontrar a su tío, pero lo que acababa de ver lo dejó pasmado.

Se dejó caer sobre su culo, su cerebro tratando de racionalizar que un hombre se transformara en un oso. La altitud tenía que estar haciendo estragos en su mente. Tenía que estarlo. No había otra explicación lógica.

Se arrodilló y miró por encima de los arbustos, asegurándose de que nadie estuviera a la vista, antes de levantarse. El sol todavía era lo suficientemente alto como para darle tiempo suficiente para encontrar al tío Thomas y salir de las montañas, antes del anochecer.

Estaba en el infierno, por tratar de seguirle el ritmo a Lucas, y casi había caído por el lado de la montaña durante su viaje, pero lo había logrado y estaba decidido a encontrar al Sheriff Blake.

Dio un manotazo a un mosquito, maldiciendo los bosques y todos sus insectos. ¿Quién en su sano juicio elegiría vivir en medio de la nada, rodeado de bichos e insectos desagradables?

Su vecino le había dicho que el tío Thomas había ido a las montañas a buscar a Jaehyun Lee. Esa fue la única razón por la que se había acercado a Lucas. No podría haberle importado menos que hubieran dormido juntos, o que este estuviera en una relación comprometido ahora. Había tenido un objetivo en mente, averiguar dónde Lucas vivía y recuperar a su tío.

Y no se iría hasta que tuviera al tío Thomas a su lado. Se acercó más a las casas que pasaban junto a la línea de árboles. Se mantuvo oculto, mientras observaba a Lucas y su horrible novio emerger de una de las casas. Fueron a otra, se quedaron unos minutos, luego salieron con otro hombre y se dirigieron a otra casa.

Se deslizó a lo largo de la casa de Lucas, al menos asumió que era de Lucas y entró por la puerta principal. Tenía que haber pruebas en alguna parte que le dijeran dónde estaba su tío.

Se rascó a lo largo del brazo, mientras miraba a través de los dormitorios, cuarto de baño, y comenzó a mirar a través de la sala de estar. Para una casa tan profunda en el bosque, tenía que admitir que ésta era bastante bonita. ¿Cómo diablos las habían construido tan lejos de la civilización?

Cuando no pudo dejar de rascarse el brazo, miró hacia abajo y gimió. Pequeños bultos corrían a lo largo de él, desde el hombro hasta la muñeca. De donde provenían esos bultos, no tenía ni idea, pero obviamente era alérgico a algo en el bosque.

Después de salir con las manos vacías, se arrastró de la casa de Lucas y fue a la siguiente, de la que este había salido con esos dos hombres. No le importaba si tenía que buscar hasta en la última casa, en cada centímetro de este lugar olvidado de Dios, encontraría a su tío.

Y cuando lo hiciera, los Hombres Lee pagarían.

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Cuando llegó el anochecer y los hombres no regresaron, Jungwoo sabía que su cita con Lucas y el lago no iban a suceder. Si los hermanos no habían vuelto aún, eso significaba que Nolan seguía suelto. En ese caso, Lucas no arriesgaría su seguridad.

Dio vueltas en el sofá, incapaz de dormir sin estar metido bajo Lucas. Se sorprendió de lo rápido que se había acostumbrado a tenerlo a su lado. Pero su compañero estaba afuera, patrullando alrededor de la casa en su forma de oso, asegurándose de que todo el mundo estuviera a salvo.

Con un bostezo, se levantó y entró en el porche. Se sentó en el columpio, cruzando sus piernas debajo suyo. Lucas se dirigió hacia él.

—No te preocupes, no voy a ir a ninguna parte. No puedo dormir sin ti.— Se levantó y se sentó en el escalón superior. Lucas se acercó y le acarició con su hocico, el cuello.