Capítulo 9

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Johnny estaba cansado, hambriento y listo para irse a casa para dormir un día completo, pero en su lugar, siguió caminando. Era bastante malo que estuviera aquí tan tarde en la noche tratando de localizar a alguien con el potencial de acabar con ellos, pero el hedor de lobo lo había rodeado durante tantas horas que se había vuelto irritable.

Como si sintiera su estado de ánimo, Taeyong cambió y se volvió hacia él.

—Ve a relevar a Jeno, en la cabaña.

Ese no era el descanso que había deseado. Cuidar a un ser humano no le atraía, no cuando este era el compañero del tipo que estaban cazando. Cambio, frunciendo el ceño. —Prefiero seguir buscando a Nolan.

Taeyong parecía muy cansado e irritado. —Esa no fue una petición. Jeno necesita un descanso. Pídele que vuelva a la casa, para ayudar a Lucas a vigilarlos a todos. Regresa al amanecer, enviaré a alguien a ocupar tu lugar.

Al menos, no tenía que estar demasiado tiempo en la cabaña. Odiaba aquel lugar. Cada vez que iba allí, le recordaba a su padre, y esos eran recuerdos que realmente intentaba olvidar. Taeyong podría ser el más viejo, y una gran carga había caído sobre sus hombros a través de los años, pero él era el segundo más viejo, y lo había destruido por dentro una y otra vez que el no haber sido capaz de detener a Hyunsuk de abusar de sus hermanos menores.

La cabaña había sido uno de los lugares favoritos de Hyunsuk para castigar a Yuta y Jaehyun. Los dejaba atados allí, durante días enteros, negándoles comida y agua. Si Taeyong, Lucas y él no se hubieran tomado turnos para alimentarles, sus hermanos probablemente habrían perecido.

Pero la cabaña también servía para otros propósitos, como esconder a un federal, hasta que Taeyong descubriera que hacer con él. Él no tenía ese problema. Matar al bastardo y terminar con esto.

Volvió a su forma de oso y trotó hacia el norte. Una hora más tarde, la cabaña apareció. Para entonces, ya estaba listo para acabar con el compañero y volver a casa.

Jeno lo encontró en el camino. —¿Vienes aquí para hacerme compañía?

Después de cambiar, gruñó. —No, vete a casa. Yo me encargo.

—¿Taeyong te envió, o estás aquí para darle a nuestro huésped una corbata Colombiana*?

—Miras demasiada televisión. —Pasó por delante de él. —Ve a ayudar a Lucas a vigilar a los compañeros y a los cachorros. Ordenes de Taeyong.

—Al menos, tendré la oportunidad de comer. —Dijo Jeno. —Me estoy muriendo de hambre.

—¿Cuándo no tienes hambre? —Preguntó, su irritación momentáneamente olvidado.

—Cuando duermo. —Jeno se rió entre dientes. —Entonces, otra vez, sueño con comida.

—Eres un caso perdido. —Se alejó. —¿El humano te ha dado algún problema?

—Nop. — Dijo Jeno. —De hecho, ha sido bastante agradable. Acabo de comprobarlo hace diez minutos. Está dormido.

Eso significaba que no tenía que preocuparse. Cambio, luego se dejó caer sobre la hierba y apoyó la cabeza en las patas. Bostezó, pero sabía que no debía quedarse dormido. Si el tipo se escapaba en su guardia, Taeyong lo mataría.

Ya era bastante malo que estuvieran buscando un agente fugado. No necesitaban buscar dos.

—Haré que alguien te traiga algo de comida, cuando los otros regresen— Dijo Jeno antes de irse.

Tenía un poco de hambre, pero estaba más cansado que nada. Solo esperaba que sus hermanos encontraran a Nolan, antes de que el humano llegara a la ciudad y pidiera refuerzos.

Lucas (Luwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora