Hay personas con las que conectas, a las que miras a los ojos y sabes que tenía que suceder, que debías conocer, que debía ocurrir, y no se si sea el destino o una estupida casualidad, pero no concibo una vida en la que no existas, no quiero y me re...
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Pasamos la siguiente semana solos, lo lleve a conocer un poco Monterrey y todos mis restaurantes favoritos, claro que nos topábamos uno que otro fan de Tom y por supuesto el se quedaba con ellos tratando de hablar y tomarse fotos con todos.
Hasta el día de hoy, no había visto a mis padres, estaba lo suficientemente molesta con ellos como para verlos, Tom difería en mi decision pero yo me mantenía firme.
Justo hoy nos íbamos a Elmbridge y no sabíamos hasta cuándo volveríamos o mis padres irían allá, yo empacaba mientras Tom terminaba de dejar todo listo para que el departamento estuviera seguro.
—Amor, tienes que hablar con ellos.—Tom se quedó frente a mi tratando de sonreír.
—No—negué— Si ellos no quieren aceptar nuestra decisión es su problema, no pueden seguir haciéndome esto.—cerré la maleta y la baje la cama—Es nuestro matrimonio, no puedo dejar que tomen esas decisiones por mi, ya no.
—Solo era un consejo Diane no debes ponerte así.—me giro haciendo que lo mirara—Nos iremos en un par de horas, y no sabemos cuando regresaremos, pero no volveremos pronto, iremos y hablaras con ellos.
—No Tom, ya no dependo de ellos y tienen que entenderlo.
—No puedes irte estando mal con ellos, vamos a ir.
—Tu no puedes decidir por mi.—fruncí el ceño
—No, no puedo, pero se que es lo mejor para ti, y eso es hablar con ellos así que termina de empacar que en diez minutos iremos antes de ir al aeropuerto.
Bufé negando y con su ayuda comencé a subir las maletas al auto, cerramos el departamento y volvimos a bajar al estacionamiento del edificio donde para mi sorpresa el camino hacia el piloto.
—Te conozco, así que yo manejo.
—Mira nada más.—negué cruzándome de brazos.
Condujo y mantuvimos en silencio todo el caminó,Tom suspiraba y acariciaba mi pierna mientras yo seguía sin mirarlo.
Una vez en casa, apago el motor y me miro.
—Diane...
—Tom no quiero hacer esto, no quiero hablar con ellos, ellos no respetan mis decisiones.
—¿Que te dijo tu mamá ese día?
—¿De que?—lo mire.
—Lo que te dijo en español al final, te enojaste muchísimo cuando te lo dijo.
—Nada.
—Diane...
—Que queria tener hijos para que no me dejaras—mire al frente—.Que aun que tengamos hijos nuestro matrimonio terminara si eso es nuestro destino.
—¿Y es verdad?
—No.
—Mírame y dime que no quieres que tengamos hijos por que piensas que te dejare.
