Las chicas me habían agobiado tanto, que finalmente había explotado y les dije que estaría bien sola. Necesitaba estar sola, estaba tan confusa.
Me quedé mirando al patio de la preparatoria desde su azotea, y pequeñas lágrimas se escaparon de mis ojos.
- Me siento tan sola sin ti - dije mientras las lágrimas corrían libres por mi rostro - Te extraño, Mamoru.
Apoyé mi cabeza sobre mis brazos, mientras seguía llorando. Era fácil disimular que estaba bien, cuando estaba rodeada de gente e incluso más fácil aun cuando Seiya, había estado cerca de mí. Pero él se iría, como era lógico, había cumplido con su misión. Había encontrado a su princesa, y ahora ellas volverían a casa, tenían un planeta que reconstruir, pero una pequeña parte de mí, quería ser egoísta y quería pedirle a mi amigo, bueno amiga, que se quedara que no me dejara sola, pero sabía que no podía.
Estaba tan perdida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que alguien más estaba en la azotea conmigo hasta que habló.
- Sí tú dijiste que estarías bien - dijo una voz desconocida para mí - pero te pones a llorar por qué te sientes sola.
Me di la vuelta, sorprendida por la presencia de alguien más aquí arriba. Pero no reconocí a la persona que vi, llevaba el uniforme de la preparatoria, pero no recordaba haberla visto nunca antes.
- ¿eh? - dije en una pequeña reacción espontánea mirando hacia ella.
- Qué niña tan rara eres - siguió diciendo esa muchacha como si no se preocupara por mi desconcierto.
- ¿Quién eres? - pregunté mientras me apartaba un poco de la valla, no me gustaba nada su forma de comportarse conmigo.
- Miau - gritó ella mientras se quitaba su disfraz, revelando a Sailor Tyn Nianko. Y aunque di un par de pasos hacia atrás, sabía que no tenía a donde huir - ¡Por fin! Ahora estamos las dos solas.
En otro punto de la preparatoria, un joven recogía sus cosas con algo de melancolía en su mirada. Mientras se perdía en sus pensamientos sobre todo este tiempo, sobre esa amistad que había florecido para enseñarle finalmente lo que significaba el amor, aunque doliera como no tenía ni idea, hasta que alguien le saco de sus pensamientos cuando abrió la puerta del aula con demasiada prisa.
- ¡Seiya! - grito Rei mientras se sonrojaba un poco, estaba buscando a Usagi, pero jamás había esperado encontrarse a este muchacho.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Seiya mientras veía como la otra niña bajaba un poco la mirada.
- ¿Por casualidad no has visto a Usagi? - preguntó Rei avergonzada de tener que recurrir al ídolo, para encontrar a su amiga.
- ¡¿Qué?! - exclamó Seiya preocupado por su Bombón.
Ambos salieron del aula, mientras acordaban revisar en más sitios y reunirse en las escaleras en pocos minutos, pero mientras ellos buscaban en la azotea se desarrollaba una pelea.
Usagi no quería pelear, nunca había querido. Así que se dedicó a evitar los ataques de Tyn Nianko, pero cuando esta insistió en que le entregara su semilla estelar, decidió que no se daría por vencida, demostraría que ella sola podía luchar y podía protegerse a ella misma. Así que activó su henshin con un grito decidido.
- Eternal Sailor Moon, transformación - gritó Usagi.
- ¡Si crees que puedes derrotarme...! - dijo con burla Tyn Nianko - ¡Inténtalo!
Mientras Seiya, acompañó a Rei, pero cuando se encontraron con las demás chicas. Él las envió al gimnasio, pues era el único sitio que faltaba aparte de la azotea, mientras él mismo acudía a la azotea. El corazón del muchacho estaba estrujado, mientras oraba por qué su Bombón estuviera bien. ¡No podía perderla!
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Every Time Belive On Me
Fanfiction[Post-Stars] La batalla contra Galaxia había acabado, pero el resultado de ésta fue amargo. La princesa de la Luna, se da cuenta de que las palabras de Galaxia cuando la batalla acaba no implican un retorno de sus amigas y prometido, dejándola apare...