Capítulo 11

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Cuando llevaban un rato volando, el descendió delante de un hermoso palacio, que parecía sacado de un ensueño y Usagi se pudo posar, mientras que le chico la tomaba de la mano, en cuanto volvió a su forma humana, para guiarla hasta una habitación en la que Usagi pudo ver dos siluetas al contraluz de las ventanas que hizo que su corazón se detuviera por unos segundos.

- ¡Minako! ¡Amy! - gritó Usagi mientras comenzaba a correr hacia sus amigas, que de alguna manera estaban frente a ella con su misma edad.

Las dos chicas se dieron la vuelta ante el sonido de la voz que no esperaban volver a escuchar, y las tres se fundieron en un abrazo mágico, mientras miles de preguntas se formaban en la cabeza de Usagi.

Las lágrimas brotaron del rostro de Usagi, mientras abrazaba a sus amigas y guardianas, no entendía como ellas estaban ahí con ellas, igual que habían sido cuando todas las demás estaban preparándose para renacer en algún momento del futuro, así que después de unos minutos de lágrimas y risas contenidas, se volvió hacia Eliot con obvia curiosidad en su mirada.

- ¿Cómo? - preguntó Usagi conmocionada, pero completamente feliz y ya tratando de pensar como sorprender a los chicos que seguramente no se esperarían esta sorpresa.

- Sinceramente, fuiste tú quién las salvó. - comentó Eliot mientras sonreír y se acercaba a las tres, las otras chicas le habían preguntado lo mismo muchas veces en estos años, pero no había podido responder. - Tu poder en la batalla contra Galaxia iluminó incluso el reino de Elysion, pero yo no podía hacer nada o acudir en tu ayuda, por qué el príncipe no estaba y no podía alcanzarte en mitad de la pelea para pedirte permiso, pero cuando las semillas estelares fueron liberadas, yo atrapé las de Venus y Mercury, gracias al poder de los sueños, por qué realmente el Caldero de la Galaxia es un plano similar a Elysion así que puedo moverme hasta él, pero no puedo tomar una semilla que ya se ha reunido con el caldero, pero si justo antes, así que de alguna manera pude tomar las de ellas dos, fueron las que reconocí gracias a los sueños de las demás, así que perdona por no poder salvar a las demás, mi prioridad debería haber sido la del príncipe de la Tierra, pero la suya ya se había reunido con el caldero antes incluso que las de tus guardianas, y sinceramente, el guardián Cosmos no estaba muy feliz por mi intervención, así que no pude hacer más.

- ¿Guardián Cosmos? - murmuró Usagi, estaba casi segura de que Galaxia mencionó algo por el estilo, pero no estaba segura. - ¿Galaxia tiene algo que ver?

- No exactamente - murmuró Eliot con una sonrisa suave. - Galaxia me ayudó, por qué yo no podía regenerar las semillas una vez que las tenía conmigo, pero ella ya te había enviado a Chibi Chibi y no podía ponerse en contacto de nuevo contigo, así que me dio el poder suficiente para regresar a Minako y Amy, pero solo pude traerlas de regreso a Elysion, una vez que las saqué de los sueños de Galaxia, dónde las había llevado para evitar que el guardián Cosmos las reclamara, ella no estaba nada contenta con mi forma de actuar, pero supongo que puede entenderlo, y con el tiempo me ha perdonado por mi intromisión, pero tus sueños estuvieron poblados de pesadillas durante un año e incluso cuando regresaste a casa, por qué a pesar de que podía verte en los sueños de Chibi Chibi no podía aparecer en tus sueños, seguías estando asustada y llena de temores, y como he dicho sin el príncipe mi poder está limitado, así que tampoco podía acudir al plano real como en el pasado y por eso solo recién pude alcanzarte, perdona por no ser más fuerte para poder hacerlo antes, pero incluso para alcanzarte ahora tuve que usar parte de mi poder para inducir tu sueño.

- No te preocupes, Eliot - susurré, conmocionada, sin saber que todo este tiempo mis amigas habían estado a salvo, pero las manos de ambas sobre mis propias manos me hicieron mirarlas y ellas simplemente sonrieron. - ¿Sabes algo de la princesa Kakyuu...?

Every Time Belive On MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora