|Ocho|

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Odiaba con toda su alma que sus amigos también sean amigos de Geno, literalmente no podía asistir a alguna fiesta o reunión por el temor de verlo ahí presente. Aún no estaba preparado para enfrentarlo, nada más pensar en volver a tenerlo cara a cara, provocaba un revoltijo de emociones en su interior, emociones para nada bonitas hay que admitir.

Talvez estaba exagerando, talvez estaba siendo infantil, talvez... era el único al que le afectaba esta ruptura. Una noche, en la cual fue atrapado por las garras de aquel monstruo llamado insomnio, tomó su celular y revisó las redes sociales de su ex y como ya sabrás...

La curiosidad mató al gato.

Geno parecía estar bien, incluso mejor de lo que alguna vez estuvo a su lado.

Su habitación estaba a oscuras, por lo que la luz de la pantalla de su celular lo cegó por unos segundos, entrecerró sus ojos y siguió viendo tanto las publicaciones como las fotos del albino, este actuaba como si nada hubiera pasado.

—No lo entiendo... —Parpadeó muchas veces tratando de no soltar ninguna lagrima, el dolor en su pecho se hacía cada vez más intenso e incapaz de soportar— ¿Acaso nunca me quisiste?

Apagó su celular para luego dejarlo sobre su pecho, en ningún momento lo soltó, y dirigió su mirada perdida hacia el techo, sentía frío y el silencio lo estaba matando.

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Después de media hora de estar metido en el baño, Reaper por fin salió vestido y totalmente arreglado para ir a la fiesta que había esta noche. Realmente no tenía muchas ganas de salir de su casa, pero la rutina al final tarde o temprano terminaría deprimiéndolo más, ya si veía a Geno pasaba a segundo plano, era hora de acabar con esta tontería.

Se despidió de su padre y emprendió su viaje en taxi al hogar de los gemelos Joku.

Una vez el vehículo se puso en marcha, se la pasó observando por la ventana en un intento de parecer relajado, pues internamente se daba fuerzas a sí mismo, aunque le gustaría negarlo, estaba muy nervioso, incluso podía sentir que el aire le faltaba.

—Todo va estar bien... —Murmuró no tan convencido de sus propias palabras.

La única razón por la que había decidido asistir a la dichosa fiesta fue porque Dream lo invitó personalmente, según el rubio los demás en verdad estaban preocupados y agradecía tener tan buenos amigos, pero simplemente quería estar encerrado en su habitación.

Como sea, le daría una oportunidad a esta fiesta. 

La primera persona con la que se topó al poner un pie en la residencia Joku fue Blueberry, este se sorprendió al verlo, recibiendo así un efusivo abrazo de su parte, luego fueron los dos a donde estaba la mayoría de la gente, o sea, al amplio patio trasero.

Saludó a sus amigos y conversaron por un rato de forma amena, la música daba un ambiente agradable, además los bocaditos eran ricos y con las bebidas hacían la perfecta combinación.

Todo iba bien.

O por lo menos hasta que desvió la mirada por un segundo, solo fue un maldito segundo, entonces ahí lo vio, en serio tenía la peor suerte de todas.

No se había dado cuenta, pero desde quién sabe cuánto tiempo Geno estuvo parado al otro extremo observándolo. Sin embargo, si lo pensaba un poco, era gracioso, antes este lo ignoraba cuando salían a algún lugar, pero ahora... Esbozó una diminuta sonrisa al sentir el control de lo que pasaría en estos instantes.

Damaged ༄Afterdeath༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora