Damaged ༄Afterdeath༄

|Cinco|

—¿Reaper, acaso te gusto?

Esa repentina pregunta provocó que dejará de ver su cuaderno y mirará al contrario.

Guardó silencio por unos segundos para después responder.

—Ah... ¿Es tan obvio? —Cuestionó desviando su mirada.

Los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina, así que aprovechó y le pidió a Geno que estudiaran juntos luego de clases.

Quién diría que su anhelo de estar la mayor parte del tiempo al lado del albino terminará delatando sus sentimientos.

—Entonces te gusto.

—Sí, supongo... —Inseguro miró al menor— ¿Te molesta?

—No, la verdad es que no.

Ese día dejaron de ser solo amigos para la sorpresa de todos.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Geno no esperaba volver a la casa donde vivió la mayor parte de su vida.

En serio que no lo esperaba.

Su madre no tuvo ningún inconveniente en que regresará, lo recibió con los brazos abiertos y sabía muy bien el porqué.

—¡Maldito hijo de perra, qué te dije de tomar mis cosas sin permiso!

Desde el baño podía oír claramente la bulla que provocaban sus hermanos, ni siquiera podía ducharse tranquilo, por eso y mil razones más quiso irse a vivir a otro lado.

Soltó un hondo suspiro antes de salir y acabar de una vez por todas lo que sea que esté ocurriendo en la sala.

—¡Hey, ustedes dos, dejen de comportarse como niños de preescolar! —Exclamó lo suficientemente alto para detener la absurda pelea de los menores.

—Eso dile a Fresh, él es el que sigue comportándose como uno —Dijo apuntando al mencionado de manera acusatoria.

—No, bra, that's you, the chocolate didn't have your name, it was also in the fridge.

—¡Habla en nuestro idioma, tarado!

Ellos siguieron gritándose, lo cual dejó de importarle a Geno, sí que eran unos inmaduros, iba a retirarse a su habitación, hasta que fue incluido en la "conversación".

—You are so rude, por eso Inky Winky no te quiere.

—¡Cállate, todo es culpa de Reaper! —Aclaró y volteó a ver enojado al de bufanda roja— ¡Y la tuya también! ¿Por qué tú y ese emo terminaron?

Al final los hermanos Crayon empezaron a discutir entre ellos.

La madre de los jóvenes, quien los observaba de la cocina, se preguntaba una y otra vez por qué el mundo le dio tres hijos varones.

—Oigan, chicos, basta de tanto parloteo, la cena ya está lista —Avisó cuando notó el ambiente más calmado.

—¿Mom, hiciste limonada rosa?

—Sí, cariño, como a ti gusta.

Geno rodó sus ojos, odiaba que su madre no escondiera, aunque sea un poco, su claro favoritismo.

—Algo huele a quemado —Comentó el azabache para después dirigirse al comedor junto a los demás.

El albino se detuvo abruptamente.

Lo que dijo Error era cierto, algo se estaba quemando.

Su cuerpo se movió solo y cuando menos se dio cuenta, ya estaba en la entrada de su casa.

Con algo de asombro vio como el césped del jardín delantero estaba ardiendo en llamas, nada que no se pudiera controlar, pero eso no quitaba el hecho de que el fuego debía ser apagado sí o sí antes de que se propagará.

A pesar de ese detalle, no se movió en lo absoluto, simplemente se quedó inmóvil, en su mente trataba de entender qué es lo que había pasado.

¿Quién...?

Alzó su mirada y pudo distinguir a los lejos como una silueta de una persona se alejaba corriendo.

—¿Geno, pero qué haces ahí parado?

Todo fue controlado a tiempo, con algunos baldes de agua se acabó del asunto del fuego.

Aunque...

—¿Quién habrá sido?

—Ni idea.

—Well, puedo seguir viviendo con no saberlo, vamos a comer.

Sus hermanos y su madre entraron de vuelta a casa, mas Geno permaneció aún afuera pensando.

—¿Qué demonios, Reaper, acaso quieres terminar en la cárcel? —Se cuestionó mientras metía sus manos en los bolsillos de su sudadera.

No tenía idea de que su ahora ex era un total demente.