Damaged ༄Afterdeath༄

Prólogo

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Cuando empezaron a salir, Reaper le prometió a Geno que nunca le haría daño.

Lamentablemente todos sabemos que casi siempre las promesas terminan rompiéndose.

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Los sábados eran los días favoritos de Ink.

Salía temprano del trabajo y aprovechaba para comprar mucha comida chatarra, la cual probaría en la comodidad de su hogar, además que lo haría en una completa soledad, lo que significaba que no tenía compartir absolutamente nada.

Sin embargo, no esperaba que mientras estaba atragantándose con unas papitas, de su celular sonará la típica música que avisaba que alguien lo llamaba.

Sin pensarlo mucho, decidió no atender y seguir con lo suyo.

¡Hoy era sábado!

Quería descansar después de una ardua jornada de trabajo...

Oh, bueno, no perdía nada contestando.

Podría ser importante y...

Vaya, sí que era importante, después de todo.

—De acuerdo... Sí... Ajá, ya voy... ¡Que no me voy a tardar! Dios mío ¿Qué clase de amigo crees que soy?

Luego de estar como unos cinco minutos conversando, por fin la persona al otro lado de la línea colgó.

Soltó un hondo bostezo y metió lo poco que quedaba dentro de la bolsa de papas en su boca para después buscar un contacto en su celular y llamarlo.

—Blard, adivina quién se metió en problemas otra vez —Nada de saludos, iba directo al chisme, digo, directo al grano.

—Ink, estoy ocupado, sigo en el trabajo, a diferencia de ti.

—¿Y... ya vas a salir? —Preguntó curioso, la respuesta del contrario dependería si podía hacer lo que le iba a pedir.

—En unos minutos ¿Por?

—¡Perfecto! —Exclamó con tanta fuerza que seguro el mayor alejó su oreja del celular— Ejem, como te decía, adivina.

—Bueno...

—No, no, yo sé que sabes... ¡Sí, es Reaper! Él muy tonto ahora está en la comisaria ¿Y sabes por qué?

—¿Por qué?

—No lo tengo muy claro, pero por lo que entendí es porque le hizo algo al auto de Geno, lo atraparon y ahora tiene que pagar una multa de unos 500g... ¿O eran de 900g?

—Espera, si él te llamó a ti, es para que tú lo ayudes, sino me habría llamado a mí.

—Sabes bien que es sábado y lo que hago justo ese día, hazme ese favor y ve ayudarlo ¿Sí?

—De acuerdo, iré, pero no creas que...

—¡Sí, yo sabía que eras el mejor de todos! ¡Reaper te va amar luego de esto! ¡Qué les vaya bien!

Y colgó.

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—Es la última vez que le pido ayuda primero a Ink.

Después de estar unos minutos caminando por las solitarias calles, Reaper por fin había hablado.

—¿Qué es lo siguiente que vas a hacer? Solo falta que intentes hacerle daño a Geno directamente.

—Sí, buena idea...

Pronto el pelinegro recibió una mirada del contrario, como si dijera "Hey, ni siquiera lo pienses, podrías ir a la cárcel".

—¿Qué? No lo decía como si fuera a hacerlo —Aclaró encogiéndose de hombros.

—¿Por qué no lo dejas de una vez? Ya han pasado casi seis meses y él sigue con su vida, también deberías hacer eso —Aconsejó mientras observaba el cielo, había dejado algunas cosas a medias en su trabajo solo para venir a sacar en el lío que se había metido el más bajo y no era la primera vez.

—Por eso mismo es que estoy haciendo esto, Blard —Dijo entre dientes y bajando la cabeza— ¿Cómo puede actuar como si no le importará en lo más mínimo? ¿Qué le pasa?

En ese momento Reaper se detuvo, acción que su amigo imitó.

—Está bien si quieres llorar —Intentó consolar al contrario poniendo su mano sobre su cabeza, pero este solo la apartó.

La verdad es que Reaper sí quería, pero no podía.

—No, no voy a hacer eso —Aclaró alzando su rostro y parpadeando muchas veces, maldita sea, tenía unas tremendas ganas de echarse a llorar— ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

—Terminaras explotando si no demuestras como te sientes —Explicó cruzándose de brazos, el comportamiento del pelinegro de estos últimos meses en serio que lo ponía nervioso— Comprendo en que situación estás, pero ya es hora de que pases página, estoy preocupado por ti igual que todos.

—Es que tú no lo entiendes.

Y aquí vamos otra vez...

Blard pensó que el Reaper de nuevo le iba a dar el discurso de tú no lo entiendes que ha estado repitiendo desde que esta pesadilla empezó, mas para su sorpresa, solo recibió silencio de su parte.

—No voy a perder tiempo hablando ahora contigo —Dijo mientras se alejaba del contrario— Me regresó a casa por mi cuenta, no es necesario que me acompañes —En ese momento se volteó a ver hacia atrás— El lunes te devuelvo el dinero, buenas noches.

Con esa respuesta más fría que un cubo de hielo, el de chamarra negra aceleró su paso y se puso su capucha para imaginar que no había nada a su alrededor, realmente deseaba desaparecer.

Casi cae, casi su fachada de chico fuerte se le va, y es que en verdad necesitaba apoyo, algunas palabras de aliento y un maldito fuerte abrazo.

Ah, de nuevo las lágrimas exigían salir.

Frotó con sus manos su rostro y siguió con su camino.

No, lágrimas, no ganarán esta noche.

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Cuando al fin fueron pareja, Reaper le había prometido a Geno nunca a causarle daño, que lo protegería y amaría con todo su ser...

Sin embargo, no cumplió aquella promesa.

¿Y cómo podría hacerlo?

Si fue Geno quien le hizo daño primero y rompió su corazón en miles de pedazos sin importarle en absoluto el tiempo que utilizó en ser el novio cariñoso y perfecto.

¿Cuándo fue que toda esta pesadilla empezó?

Ah, sí, fue hace seis meses, a principios de marzo...

El verano ya decía adiós y la venda que tapaban los ojos de Reaper poco a poco se caía.

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Hey... ¿Ya mencioné cuánto me gusta el Afterdeath?

10/05/2022
→Ja ja ja, tengo bloqueo de escritor, así que por mientras continuaré este fic. Juró que ahora sí no lo dejó abandonado.