Epílogo

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Cada cumpleaños de Geno era lo mismo desde que empezaron a salir, no, más bien, desde que supo que al mencionado no le gustaba festejar ese día.

Un cupcake en vez de un gran pastel con muchas velas y una salida a cualquier lugar en vez de una fiesta. Siempre quiso que Geno se sintiera especial ese día y se preguntaba si lo logró alguna vez durante todos estos años.

Dejó a un lado la nostalgia y buscó el número de la madre de su ex.

Este sería el último año que hacía algo por Geno.

Luego de platicar por un breve rato por el celular, tomó sus llaves y salió de su casa para así dirigirse hacia su destino.

Su viaje en autobús lo sintió pesado, no era posible que esté haciendo este esfuerzo sobrehumano por una promesa, que seguro solo él le seguía dando importancia.

A este punto no sabía si era muy bueno o simplemente muy estúpido.

Cuando llegó a la cafetería, buscó con su mirada a la mayor, pero no la encontró por ningún lado, entonces supuso que había sido el primero en llegar, genial, ahora si quisiera podría irse y avisar que le había surgido algo y por eso...

A regañadientes se sentó en una mesa cerca de la ventana, debía borrar de su mente esas baratas excusas que por un momento vinieron a su cabeza por la situación.

Se permitió cerrar los ojos y suspirar, no le pedía mucho al mundo, solo necesitaba tranquilidad. Sin embargo, no tardó en salir de su burbuja cuando sus oídos captaron una voz conocida.

—Perdón por la demora ¿Cómo estás?

Pronto tuvo a la señora Crayon sentada delante suyo, ella le sonrió y no tardó en corresponder el gesto. Agradecía que haya aceptado reunirse con él.

—Bien, supongo —Se estaba mintiendo a sí mismo, no ha estado muy bien que digamos, tan solo la semana pasada estuvo pensando en más planes para devolverle el daño que Geno le causó.

—Oh, cierto... —Apenada la mayor ladeó su cabeza, como si recién se acordara de algo— Mi hijo y tú rompieron... Lo siento por eso.

—Son cosas que suceden, así que...

—Sí, lo sé, aunque realmente me gustaría que no fueran de ese modo. Lo que hizo Geno estuvo mal, sus acciones no se pueden justificar y las actitudes que algunas veces toma... No sé cuándo terminó cambiando tanto, pero me alegró que por lo menos te haya dejado ir. Eres un buen chico, Reaper, seguro encontrarás a alguien que sí te valore.

De manera inconsciente sonrió, le gustaría que su padre dejara de echarle sus errores en la cara y que por un momento sea... alguien que lo consolara cuando estuviera hecho pedazos.

—Yo creo que por un tiempo dejaré el amor a un lado —Respondió encogiéndose de hombros— ¿Le puedo pedir un favor? Necesito que me ayude en algo.

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—Ten, es la llave que tu madre me dio para entrar.

Le devolvió el dichoso objeto a Error, quien rápidamente lo agarró para seguir buscando las velas para el pastel.

—Entonces tú eres el responsable de todo esto —Dejó un segundo lo que estaba haciendo para hablar.

—Solo es una fiesta de cumpleaños, ni que hubiera planeado un asesinato —Respondió cansado mientras revisaba el interior de las bolsas que había traído.

—No lo sé, bien podrías camuflar lo último con lo primero.

—Tampoco voy a ir tan lejos, no quiero terminar en la cárcel —Y reafirmaba ese hecho por las consecuencias que tuvo luego de romper el carro de su ex— Como sea ¿Por qué te ofreciste para ayudarme a llevar las cosas aquí?

Damaged ༄Afterdeath༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora