|Siete|

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Entonces sin darse cuenta, todo empezó a acomodarse a una velocidad relativamente aceptable, salió del confort de su cama y abrió la puerta de su habitación decidido a tomar las riendas de su vida, aunque Geno ya no forme parte de ella.

Tanto su cuerpo como su mente trataba de borrar cualquier rastro de su antigua rutina, del departamento donde estuvo los años viviendo junto al "amor de su vida". Deseaba olvidar, pero su corazón no lo dejaba, este terco se aferraba a todos esos recuerdos y sentimientos que aún atesoraba con el alma, a pesar de que al mismo tiempo lo lastimaban y lo hacían sentir miserable, roto, dañado, tal como un juguete usado, ese que el niño caprichoso se aburrió de tener y lo terminó botando.

Talvez en lo más profundo de su ser esperaba que Geno volviera y se arrepintiera de haberlo dejado, pero sabía que aquello solo era una tonta ilusión suya.

Cuando salió de su cueva, más conocida como su habitación, a su padre no le pareció mejor idea que reprocharle durante toda la cena por haber dejado de lado sus estudios, así que para calmar a su progenitor le prometió que se esforzaría para aprobar las materias de este semestre.

Daría lo mejor de sí mismo para concentrarse en las cosas que eran importantes, incluso volvería a su trabajo de medio tiempo, el cual a Geno nunca le gusto porque supuestamente coqueteaba con los clientes. 

¡Solo era amable! ¿Qué hay de malo en eso?

Además no recibiría propinas si entregaba los pedidos con una cara de aburrido.

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Su turno había terminado hace una hora, era libre de volver a casa, pero había decidido quedarse, pedir una bebida y disfrutar de la música.

Si se preguntan dónde trabaja, pues la respuesta era un bar, el lugar perfecto para ahogar las penas con alcohol.

—Oh, mira a quién tenemos aquí.

Nadie envidiaría su suerte, la razón era simple, tenía la peor suerte de todas. 

Delante suyo estaba Nightmare y su molestoso grupito que a simple vista podrían parecer unos malditos pandilleros, pero nada más eran un montón de idiotas, talvez por eso Geno se junta algunas veces con ellos.

 —Tantas mesas libre y deciden sentarse aquí...

—Oímos de tu desgracia ¿Cómo estás?

Nadie esperaba que tal pregunta proviniera de Nightmare.

¿Este siendo considerado? 

Algo no estaba bien, pero Reaper andaba muy cansando como para pensar en ello.

Al final los amigos de su ex se quedaron en su mesa y no tardaron en pedir algo para tomar, rápidamente se integró a la conversación que se inició luego de que la mesera se fuera.

Las bromas sobre su rompimiento con Geno no faltaron, aunque no se sobrepasaban con el tema, ni que fueran tan crueles. De igual manera todos esos comentarios resonaron por su mente incluso cuando se despidió de ellos y puso un pie dentro de su casa.

"Desde que Geno te dejó pareces un perro sin dueño, yendo de aquí por allá, sin saber qué hacer, completamente perdido. Eres patético, Reaper".

Las palabras de Nightmare fueron las que más tocaron su corazón.

Perro sin dueño...

Se preguntaba si así lo veían los demás.

Damaged ༄Afterdeath༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora