Damaged ༄Afterdeath༄

|Tres|

Según sus amigos, estaba actuando extraño estos días.

¿Pero qué tenía de extraño tener una actitud positiva?

¿No era mejor así?

A la vida hay que sonreírle y estar agradecido con cada cosa, no importa que tan pequeñas e insignificantes sean.

Después de todo, iba a tener una cita con Geno, no recordaba cuándo fue la última vez que tuvieron una, la universidad y el trabajo sí que los mantenía muy ocupados a ambos.

Como sea, no tenía nada de extraño.

Simplemente estaba feliz de pasar más tiempo con su pareja.

—Hoy hace un buen clima ¿No?

—Sí, supongo...

Aunque este pareciera demasiado distante y que casi no le hablara por estar metido en el bendito celular.

Bueno, en verdad ya esperaba que esto pasará.

Siempre es así.

Y no es como que Geno vaya a cambiar su actitud tan desinteresada de la noche a la mañana.

—Deberíamos venir a la próxima con nuestros trajes de baño, podríamos meternos al mar.

—Ajá...

Abrazó con fuerza su mochila y bajó su mirada.

La indiferencia de Geno le estaba haciendo mucho daño.

Aah...

Ya no aguantaba más esto.

Se quedó observando el mar por un rato para después sacar algo de su mochila.

Sin titubear disparó hacia la cara aburrida del contrario.

—¿Pero qué demonios?

Geno por fin apartó su mirada del celular y trató de taparse con su mano para que el agua dejará de mojar su cara.

—¿No es refrescante? —Preguntó de forma inocente, ignorando el hecho de que estaba tirándole agua directamente a la cara del menor.

—Ya basta, deja eso, vas a mojar mi...

Esta vez Reaper apuntó a la mano derecha de Geno, por reflejo de este, soltó el celular, dejándolo caer.

Al mismo tiempo ellos se levantaron del banco, que se encontraba en medio de la arena y a unos metros del mar, Geno quiso recoger su celular, sin embargo, el pelinegro fue más rápido y terminó pisando el estúpido aparato, no tan fuerte como para destrozarlo, pero sí para romperle la pantalla.

El albino trató igualmente de recoger lo que estaba el suelo, mas el mayor no lo dejaba pues le disparaba agua a la cara cada vez que podía.

—¡Reaper, esto no es divertido! —Exclamó molesto y se acercó al mencionado para quitarle la tonta pistola de agua.

—¿Crees que esto es una broma? —Cuestionó dando un paso hacia atrás para recoger el dichoso celular y darle un vistazo— ¿Y que tú me engañes qué es? ¿Una broma también?

No hay nada peor que el silencio, Reaper lo sabía muy bien.

—Di algo —Pidió mientras miraba la conversación de Geno con una tal chica.

—¿Qué quieres que diga? ¿Que no es lo que parece? —Habló encogiéndose de hombros.

—¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto?

—¿Hablas en serio? ¿No sabes por qué? Vamos, no es tan díficil de descubrir el porqué.

La frialdad en las palabras de Geno lo hacían sorprenderse.

¿Cómo es que llegó a enamorarse de alguien así?

—Se acabó.

No supo cómo es que pudo evitar derramar alguna lágrima.

—¿Se acabó?

—Sí, Geno, se acabó, terminamos...

Hacía frío, era tarde.

Quería irse.

Pero no se movió, siguió estando parado delante de ese quien había hecho añicos su corazón y trató de conseguir respuestas, incluso sabiendo que eso solo lo hacía verse patético.

—¿En qué fallé, Geno? ¿Qué hice mal?

—Nunca te quise, Reaper —Aclaró, haciendo que el mencionado levantará su mirada— ¿Cómo no te diste cuenta que solo estaba contigo por lástima?

¿Lástima?

—Oh, aún sigues con los ojos vendados —Comentó observando al pelinegro, quien parecía perdido— Supongo que ya no vamos a vivir juntos, deberías recoger tus cosas y buscar otro lugar donde vivir, yo haré lo mismo. Adiós.

¿Adiós?