La salida

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hassel

Nery no paraba de ponerme maquillaje en la cara, porque según como teníamos que salir pues quería que me arreglara, y obviamente tenía que hacerlo ella, ya que me conocía demasiado y sabía que me presentaría en chándal, por eso vino a mi casa cuatro horas antes de salir a la maravillosa fiesta, que siendo sincera no me apetecía nada, yo hubiera preferido quedarme en casa leyendo o escribiendo como hago la mayor parte de mi tiempo.

Nery se había enterado de esta fiesta según me contó un amigo de su primo, que realmente no sabía ni quién era el primo. Pero lo único que le importaba era sacarme de casa pues cualquier excusa le valdría.

-Pues yo creo que... a ver déjame un poco por aquí y, ¡Lista! - Dijo tan fuerte que casi me revienta el tímpano.

-Por fin, esperemos que no te hayas pasado y parezca una muñeca de porcelana- Me acerque poco a poco al espejo, y aunque me costara admitirlo no le había quedado nada mal, al fin y al cabo, sabía perfectamente resaltar mis facciones

-Bueno pues ya estamos lista para la noche del desmadre

-Bueno eso del desmadre, ya sabes que yo no pienso beber- Lo dije tan firme que me vi un parecido a mi madre, ¡Oh dios mío!

Nery se puso unos de sus vestidos, corto de color azul con brillantes y una apertura lateral que dejaba su pierna al descubierto, con una cola alta para dejar lucir ese vestido que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y marcaba cada parte de su cuerpo. Por el contrario, yo iba totalmente diferente a ella, Nery me dejo un vestido corto de satén color rojo, a pesar de que su cuerpo era más voluminoso que el mío, ese vestido se ajustó a mi como si hubiera nacido especialmente para mí, al contrario que ella yo deje mi pelo blanco suelto y me lo retoque un poco con la plancha.

Cogimos nuestros teléfonos y los guardamos en los bolsos casi al unísono, bajamos las escaleras y nos despedimos de mi madre que estaba leyendo en el sofá, ahg cuanto la envidio en este momento.

Nos montamos en el coche, arrancamos y nos dirigimos directas a la fiesta, miré a Nery por el rabillo del ojo y vi que se estaba colocando sus gafas de sol, la miré tan extrañada, que se percató de ello.

- ¿Qué? - dijo como si fuese normal ponerse gafas de sol en plena noche

-No, nada, con las gafas te puedes proteger del tremendo sol que hace a las 10 de la noche- Lo intenté decir lo más serena posible pero no pude contener la sonrisa del final y las dos nos echamos a reír como nunca.

Seguimos nuestro trayecto sin ningún tipo de percance más, mientras sonaba en la radio "Lose you to love me" de Selena Gómez, la cantamos a todo pulmón como si no hubiera un mañana y la vida se nos fuese en ello.

Media hora después estábamos frente a la discoteca, aparcamos el coche en el parking más cercano que encontramos, y fuimos andando hasta la puerta.

Había una cola enorme, supongo que todo el mundo se enteró de la dichosa fiesta, así que me puse detrás del último, pero Nery me jalo del brazo y nos dirigimos hacia la puerta, dejando toda la cola detrás nuestra

No sé qué le dijo Nery al portero que nos dejó pasar sin ninguna queja, así que nos adentramos en la discoteca. Como me pude imaginar estaba demasiado lleno, a pesar de los empujones pudimos llegar a la barra a pedir nuestras bebidas.

Una vez sentadas en uno de los reservados, me tomé mi tiempo para analizar aquel lugar, este estaba compuesto por tres plantas.

La primera que era una gran pista de baile donde se quedaban las gente que no podía subir a ninguna de las dos plantas restantes, por lo que se tenían que quedar toda la noche de pie.

Amor AtrozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora