Edrick
Aquel día mi despertar había sido el mejor desde hace mucho tiempo, al encontrarme a Max con el desayuno que me había traído Hassel, si, Hassel, yo estaba mas emocionado que vosotros creedme y sobretodo y más importante fue, que me trajo el desayuno que siempre pedíamos los dos y siempre comíamos al despertar cuando íbamos al Starburck.
Tras ir dando saltitos hacia el ascensor y encontrarme a Hassel mirándose al espejo, verla mirándose en ese espejo con esos ojos lleno de inseguridades y rabia, me rompía en mil pedazos.
Sabía que no era nadie para arreglar a alguien, era fiel creyente de que las personas podían ayudarte a crecer, arreglarte poco a poco pero que al final del día, solo te tienes a ti, y que, tú eras la única persona que podía arreglarse y decidir si quería continuar con esa lucha.
Por otro lado tenía claro que mientras existiera y pudiera hacerlo, iba a recordarle todos los días de mi vida lo preciosa que es y así lo hice cuando se aferro a mi llorando, un llanto que me partió el alma, lo que menos me gustaba era verla llorar, pero el dolor era parte del proceso para poder sanar completamente.
Nos quedamos abrazados hasta que ella se calmo, vi como se quería ir de allí, pero no iba hacer que se fuera de esa manera por lo que le propuse quedarnos y hacer alguna rutina juntos que claramente acabáramos sin hacer.
Después de hacer el tonto todo lo que quedo de mañana y haberla hecho reír me sentí pleno. Ella se fue con mucha prisa ya que había quedado con Nery, yo por otro lado no podía esperar el momento de que llegara la noche para verla de nuevo.
Me quede un tiempo más entrenando y luego subí hacia la pequeña habitación que tenia allí para coger las llaves del coche y dirigirme hacia mi casa.
Una vez allí me encontré de frente con mi padre.
-¿Te has vuelto a quedar a dormir allí?- pregunto nada mas me vio.
-Si ya sabes la respuesta- sonreí.
-Hoy ha pasado algo, estas distinto más alegre de lo habitual, cuéntame- se sirvió un vaso de agua y se sentó expectante a que le contara lo sucedido.
-Ha venido hoy a entrenar allí.
-¿Hassel?- pregunto sorprendido.
-Sí, y eso no es lo mejor- le empezaron a brillar los ojos- ha traído el desayuno, pero no un desayuno cualquiera. Papa el desayuno que nosotros comíamos siempre juntos, que se ha acordado papa ¿te lo puedes creer?- no me di cuenta de lo emocionado que estaba hasta que vi a mi padre mirándome y riéndose.
-Te lo dije hijo, el cerebro puede olvidar, pero para que el corazón olvide es mucho más complicado, y estoy seguro de que su corazón no te ha olvidado.
-Ojala papá- le sonreí y le abrace, hacia mucho que no le abrazaba- necesito que me hagas un favor.
-Por mi hijo lo que sea.
-Hoy en la gala necesito que pongas una canción- me miro confuso- se que suena raro pero es para probar si aún se acuerda.
-Vale, en la gala antes de que lleguen me la dices y se la digo al encargado de la música.
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Amor Atroz
RomanceEse dia fue suficiente para cambiarlo todo, para que todo se volviera negro. Él estaba dispuesto a crear su propio arte, con esa irracionalidad que lo alimenta, pero, ¿Qué es el arte para él? La impotencia de no poder darle la justicia que se merece...