Capítulo 4

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Capítulo dedicado a la hermosa LynCGz

Capítulo 4

Seele Herz

Las cosas de la vida.

¿Quién me iba a decir que iba a encontrar el paradero de los Mutig tan pronto? Tal vez fue cuestión de suerte, pero me gustaría decir que fue el destino porque lo que más deseo en esta vida es descubir la verdad.

¿Qué pasó realmente con mamá?

Ni siquiera me importaba si el día de la selección estaba cerca o si Faron llegara a ser el elegido y no yo. Simplemente, estaría feliz de conocer la verdad, saber quién fue el causante de la muerte de mi madre y hacer justicia.

Ella estaba tan sana.

La recuerdo todo el tiempo con una gran sonrisa y una mirada radiante que transmitía paz, siempre tenía una palabra adecuada, el mejor consejo y servía de refugio y sostén en los momentos difíciles de todos y cada uno de nosotros, incluyendo al pueblo.

De la nada, así de repente, enfermó.

Y aunque mi hermano esté más que firme en creer que fueron ellos, los Mutig;  yo dudaba.

Me era imposible imaginar que alguien, salido de nuestro amado Wandel, llegara a ser tan avaro y ambicioso al punto de llegar a asesinar a la reina para obtener poder.
Siempre he sido conciente de que hay personas  con buenas intenciones, pero también con malas; lo que no podría imaginar que fuera así, a este nivel tan... bajo.

Arthur y yo llevamos alrededor de 15 minutos caminando por el bosque.
Aún recuerdo la cara de susto que antes puso al verme.

––¿Te puedo hacer una pregunta?

––Claro, pero no estes segura de que la voy a responder.

––¿Por qué no lo harías?

––Por nada, solo bromeaba. Vamos dilo.

––Cuando te encontré en los arbustos, me mirabas con algo de asombro. ¿Por qué?

––Hmm... bueno, técnicamente por el hechizo que acababas de hacer. Me sorprendiste.

––No entiendo, al hablarme de los Mutig y demás, dejaste en claro que conocías sobre el alma de la magia y todo con respecto a esta.

––Ya pero, no es común ver a alguien haciendo hechizos y esas cosas.

––¿De qué hablas? Eres de Wandel, tanto tú como los Mutig pueden usar la magia.

––Ahí te equivocas Seele, somos wandels, sí, pero no podemos acceder al poder con el que nacimos, no nosotros.

Lo miré confundida, ¿De qué estaba hablando?

––Verás, al morir tu madre toda la magia empezó a debilitarse y así seguirá poco a poco hasta extinguirse completamente. Actualmente, solo en Wandel, existe magia aún, por ende, quien sale de el...

––Pierde todo... su poder. ––terminé por él.

Estaba impactada.

––Por eso me sorprendí tanto, aunque la pérdida no es algo fugaz sino que ocurre lentamente. Al menos a nosotros nos pasó así.

»Nuestra esperanza es el día de la selección, cuando tú o tu hermano sean elegidos y la magia vuelva a renacer, pero eso nunca pasará si esos malnacidos se roban la fuente de poder que la reina Hexe, tu madre, escondió y la absorben para sí mismos antes de este día. La reina no la escondió en vano, ella sabía que con su muerte todo esto pasaría y si alguien no heredero al trono adquiere la fuente de poder, estaríamos acabados.

Dos vidas, un destino [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora