Capítulo 9

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Eva Luna Mckellen

¡Amo a los animales!

Y no, no me refiero a esos seres vivos ya sean insectos, anfibios o mamíferos del reino animal.
Yo me estoy refieriendo, al animal de dos patas que tengo como novio.

¿Por qué nada en mi vida puede ser normal?

Quiero decir, con un padre que no le importo en lo más mínimo y una hermana menor loca ya tengo pero ¿Alex?, él simplemente no deja de sorprenderme.

Primero que nada, me invita a una cita al zoo a las 12:00 am, cosa que pensaba que era una broma pero no, aquí estamos.

En segundo lugar, estoy intentando hacerlo entrar en razón y poniéndole una cara de "te lo dije" frente al letrero de "CERRADO" que hay en los portones de este lugar.

- ¿Cuántos?

- ¿Cuántos que? _pregunta dudoso.

- ¿Cuántos tragos tienes encima? Era obvio que el zoo estaba cerrado a estas horas; ¿En qué estabas pensando?

- Eres muy peliona ¿eh? Cuando seas una ancianita voy a tener que vendarte la boca todo el rato.

Lo fulminé con la mirada.

- Relájate. Todavía podemos entrar, solo hay que hallar el modo.

- Sí sí sí claro o solo talvez podrías brincar las rejas ya que el vigilante no anda por aquí y luego yo ir tras de ti.

- Eva.

- ¿QUÉ? 

Grité alterada.

- ¡Eres brillante amor!

- Ya sé.

Rodé los ojos y caí en cuenta. - Espera... ¡¿Qué?! ¡Alex!

Antes de que incluso pudiera volver a pronuciar su nombre y llamar la atención de alguien, él ya estaba apoyándose con un pie y escalando las rejas. En menos de medio minuto estaba al otro lado.

- Venga, es tu turno.

- Ni lo sueñes.

- Vamos Ev, te prometo que va a ser divertido, solo ¡Confía en mí! ¡Caray!

Suspiro. Aún no creo que esté haciendo esto. Alex me hace actuar de una manera que jamás pensé.
Una de las cosas que más me gustan de él es que tenemos la misma forma de pensar con respecto al dinero y la sociedad de aristocracia; definitivamete.
Existían cosas mucho más importantes; Ser, más que tener esa era la forma en la que yo veía la vida y él lo hacía del mismo modo, como me hace sentir cuando estamos juntos o hacemos cosas que nunca imaginé que haría en mi vida, me lo demuestra.

(...)

Tengo los nervios a flor de piel, aún no me creo que esté haciendo esto - Alex... ¡Me voy a caer!

- Calma, no te vas a caer, ya estás de este lado de la reja solo tienes que descender despacio. No tengas miedo, si te caes yo te agarro.

- Recuérdame no dejar que seas tú quien organice nuestras citas ¿Vale?

- Luego que termine la noche vas a reconciderarlo.

- Querrás decir, la madrugada. Recuérdame también ¿Cómo fue que se me ocurrió hacer esto? Siento como si en cualquier momento me fuera a...

Ser, más que tener (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora