Vietnam ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

1O

Sus ojos celestes viajaron con algo de celos hasta Horacio por decirle ese apodo, pues él más de una vez le había dicho de esa forma, eran recuerdos que nunca olvidaría, lo bien que se pasó junto a Jack durante todo un año, aunque no se vean por meses, era reconfortante saber que en algún momento se volvían a encontrar, y si podían se daban abrazos tiernos y mimos... Cuánto pensaron en hacer el doble de eso cuando por fin podían salir...

Volviendo con estos tres, tomó la excelente idea de pedir el celular, ya que era suyo, Horacio lo llevaba pues él sabía más de estas cosas. Sacudió su cabeza le estaba mirando a Conway y no se daba cuenta, o si, pero es que no puede evitarlo.

⎯Te puedes adelantar Horacio... yo... yo tengo que hablar con el Súper Intendente un momento...⎯agradece que no les haya dado el celular todavía. El menor de todos miró con una mueca pero accedió, se levantó, dándole un beso en la cabeza a Gustabo, ya era demasiado normal entre ellos, el cuerpo del rubio se removió nervioso por aquello pues la mirada de Jack le asustó... “¿Está celoso?” pensó y su felicidad aumentó, con gusto le explicaría que aquello solo era amor fraternal... Una vez solos, se quedaron en sus asientos mirándose de vez en cuando pero no directamente. Los dos estaban muy nerviosos. Muchas cosas que contar, Gustabo tiene que explicar demasiadas.

⎯¿C-Cómo estás Jack? ⎯se atrevió a decir... Soltar ese nombre sin llorar era todo un logro para el pequeño de tez blanca bien cuidada.

⎯Esto es todo lo que tengo ⎯Contesto con una pequeña sonrisa que trataba de disimular. ⎯Ahora esto es mi vida, por lo cuál no sabría responderte esa pregunta, pero veo que tu estas bien.

Y ambos se quedaron en silencio, pero habían demasiadas preguntas que hacer entre ellos, demasiadas dudas, tanto que apenas podían con la curiosidad.

⎯¿Como es posible? Yo te vi ahí, te vi en el suelo, apenas podías abrir tus ojos, mi padre te disparó... ⎯Se quito las gafas de sol dejándolas sobre el escritorio y acariciando su cien de inmediato. ⎯Creí que estabas muerto... mi padre me dijo que estabas muerto, todo el puto recinto militar sabia que habías muerto, no había nadie que no lo supiera, no entiendo...

Lo primero que pensó Jack fue en "Perdí la cabeza, finalmente me volví loco" pero no pudo ser así, Volkov también los vio, por lo tanto no esta loco, esta feliz, feliz de ver nuevamente a Gustabo.

Sentía que estaba siendo interrogado pero era obvio que esto pasaría, de alguna forma le causa algo de gracia pero por sobre todo ternura y algo de tristeza.  Quería ir a abrazarlo, pero como siempre estaba esa duda de si el otro quiere lo mismo. Se quedó en la silla pensando en sus palabras, quiere explicarlo con calma, estaba muy nervioso para tantas preguntas que Jack le quiere hacer y a parte él también tiene muchas preguntas sobre qué fue de Conway todos estos años...

⎯Déjame te explico con calma Jack... S-Sé que es algo surrealista que siga vivo pero... Aquí me tienes ⎯dijo con la voz suave, sus piernas se movían inquietas, quiere estar en esos brazos, no aguanta estar separado cuando por fin lo tiene en frente, esperó tanto volver a encontrarse con su primer amor... Con nadie había sentido algo tan fuerte que a pesar de que hayan pasado 20 años sigue teniendo las mismas reacciones con Jack. Solo que ahora es más juguetón. Soltó un suspiro pequeño y se levantó de su asiento, pasó su mano por su cuello, sin dejar de mirar al hombre de traje, joder le queda tan bien.

Y sin pensarlo fue hasta él, a pasos algo apresurados pero sin perder la compostura, el Super Intendente se había levantado también, y una vez lo bastante cerca, el rubio rodeó con sus brazos el cuerpo de Conway, apretando fuerte, como si se le fuera a escapar.

⎯Todas las putas noches llorando por ti... pensando- pensando que nunca te volvería a ver Jack... ⎯murmuró Gustabo, estaba a punto de romper en llanto, lo extrañó muchísimo, y aunque su yo de ahora era más distante con los demás, con Jack no puede ser así, algo le bloquea. Ya está mayor pero sigue haciendo gestos de niñato, como ahora por ejemplo, enterrando su cabeza en el pecho fuerte del pelinegro, aspirando su aroma, importándole poco si está en su trabajo. ⎯Te extrañé tanto... ⎯susurró, aguantando las lágrimas, le tendrá que explicar de todo, hasta a Horacio, joder, no es de hablar mucho y ahora tendrá que hacer ese esfuerzo.

⎯También te extrañé ⎯Y era como ai volvieran a ser aquellos adolescentes que por las noches se escapaban de sus camas para poder dormir juntos. ⎯Me sentía obligado a continuar con mi vida, pero no quería, ni podía...

Una de las menos de el Superintendente se poso en la cintura de Gustabo abrazandolo cada vez más y la otra en el cabello rubio de este comenzando a dejar cortas caricias.

⎯Pensaba en ti, en que estaríamos haciendo si nada de eso hubiera ocurrido y si hubieras leído mi carta. ⎯Y lo de la carta se le escapó, no pensaba decirlo, simplemente se dejo llevar a tal punto de comodidad que se escapo de sus labios.