Vietnam ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

15

La explicación duró como una hora aproximadamente... ¿O más? No sabría, el tiempo que pasó allí iba raro, cuando se soltaba al hablar pasaba rápido, pero de un segundo a otro todo era lento, no sabe porque.

Se despidieron de la mujer, vieron la hora y la verdad que ya era tiempo de ir yendo, entonces una vez más, Horacio entró, junto a Volkov, ya no encontraron una escena comprometedora, solo a Gustabo tomando delicadamente las manos del mayor diciendo algo de que todo está bien y no se sintió presionado al responder, puesto a que gritaría a todo pulmón que ama a este hombre y hablar de él es algo de lo que nunca se cansaría.

⎯¿Nos vamos? ⎯dijo el chico de cresta, emocionado pues le preguntó a Volkov si quería venir a su departamento para inaugurarlo, sorprendentemente aceptó. Gustabo miró a su hermano, luego a Jack.

⎯Nos vemos dentro de un rato, me tengo que preparar. ⎯dijo riendo levemente, dándole un pico y yendo junto a Horacio, los dos dijeron adiós con sonrisas enormes, y como viejas chismosas, cuchicheando apenas fue seguro hablar. Dejando al súper intendente y comisario en ese despacho.

⎯¿Me explica que tipo de relación tiene con Gustabo? es pura curiosidad ⎯Hablo Volkov en el momento que los mejores amigos se fueron.

⎯Ni puta idea, pero lo amo, joder, estoy jodidamente enamorado de ese anormal ⎯Y luego de decir aquello miro a Volkov directamente. ⎯Como le hagas daño a Horacio no la cuentas, ruso.

⎯¿A que se refiere? ⎯Respondio con una pregunta bastante confundido.

⎯Lo que oíste, si ilusionas a Horacio y luego no haces nada al respecto yo mismo te mando a la mierda. ⎯Después de todo Jack si le tomo algo de cariño a Horacio.

⎯Conway, no me malinterprete, no busco relaciones amorosas, no es que Horacio no me llame la atención, solo no estoy preparado. ⎯Tosio levemente y acomodo el cuello de su camisa. ⎯Pero le tengo apreció, mucho más que a Gustabo.

Y ahí acabo su conversación, ambos se fueron a sus respectivos departamentos y prepararse, ponerse ropa cómoda, en poco los hermanos les enviaran la ubicación de el lugar.

Horacio y Gustabo estaban yendo de un lado para otro, no estaban decorando como tal, solo ordenando todo el desastre que dejaron apenas llegaron, las cajas estaban abiertas por ellos mismos que quitaron lo necesario para el día dejando el resto medio tirado en el suelo, ropa por doquier que cualquiera que entre pensará que pasó algo indebido, pero no, los hermanos son muy desordenados, y ahora que tenían cosas que hacer, o mejor dicho, personas a las cuales visitar en este día, lo dejaron todo desparramado. Y ahora tocaba colocar todo en su lugar.

⎯¡Horacio! ¡Eres un guarro! ⎯gritó el rubio desde la salita, pues había encontrado un tanga animal print, tirando al dueño de este por su cara, el cual empezó a reír con las mejillas algo ruborizadas. ⎯Guarda bien esas cosas, no tengo nada en contra pero joder. ⎯también rió por lo bajo, terminando de acomodar el sofá, no tan grande, y otros sillones que -por suerte- venían con el departamento, era un puto ofertón, tuvieron mucha suerte la verdad. Con dos habitaciones y un baño, sala y cocina, no era tan grande, lo suficiente como para dos personas.

Cuando terminaron de ordenar todo, Horacio se fue a bañar primero, Gustabo se aseguró de que todo esté bien, pues que venga Jack le hace mucha ilusión. Y le pone muy nervioso, ¡Oh! Y no olvidemos que Horacio compró cerveza, joder, pero bueno, está bien, hay que hacer algo, aún no tienen televisión.

Horacio salió del baño y Gustabo entró como una bala para prepararse. Entre esto, el menor buscó su celular y le envió la dirección a Volkov, ya para cuando lleguen Gustabo seguro que está listo.