11

1.6K 203 118
                                    

Llegaron al departamento, a los dos chicos nuevos de la ciudad les maravilló lo grande y lujoso que era, Gustabo estaba muy nervioso, demasiado para su gusto, pero es bueno ocultando sus emociones, aunque con Jack aquí es algo muy difícil de hacerlo.
Los dos miraban con curiosidad, Horacio pasaba su mirada en su hermano, le quería molestar.

⎯Gustabo... Tremendo hombre te conseguiste eh ⎯le susurró a su amigo, este le dió un codazo, recibiendo otro por parte del de cresta, empezaron una mini guerra entre los dos, susurrando cosas casi incoherentes pero con significados para los dos.

⎯Te me bajas 3 tonitos si no quieres que te de un buen puñetazo ⎯amenazó el rubio, estaban montando espectáculo.

⎯Dejen de hacer en puto gilipollas ⎯Hablo Conway mientras salía de la cocina con un café en la mano.

Apenas había llegado a el departamento se fue directamente a preparar un café, estaba cansado, era algo de todos los días, llegar a ese vacío departamento e irse por un café mientras fumaba, "premió doble", se estaba matando de dos formas, por el cansancio y fumar mientras bebía café.
Al ver la sonrisa tímida de llevaba Gustabo se relajo un poco y apagó el cigarro en un cenicero dejando este ahí, recuerda perfectamente que a Gustabo no le agradaba que Conway fumara.

⎯Bien... en la cocina hay un exceso de café increíble, si quieres ir a hacerte uno puedes hacerlo. ⎯Le ofreció Conway a Horacio y más que nada era una señal para que los dejara a solas, Jack solo quería hablar con Gustabo y tenían mucho sobre que hablar.

Horacio no era tonto, a su pesar tendrá que dejar solo a su querido hermano.

⎯Grita si el viejo se pasa contigo ¿Vale? ⎯dijo aguantando la risa, recibiendo una mirada con el ceño fruncido por parte del de cejas claras, y obvio, la mirada furtiva de Conway que ya le estaba dando miedo, mejor se va y juega con su celular.

⎯Veo que sigues fumando ⎯una vez solos, el rubio habló, le preocupa, pues él siempre fumaba cuando está estresado o cansado, y ve que es cosa de todos los días y no sabe cómo mierda sigue vivo, pero no le va a reprochar nada a estas alturas, además, hay más cosas por hablar. Se sentó en el sofá, Jack casi al lado. ⎯Bueno... ¿Qué quieres saber? ⎯quiere contarle todo pero es demasiado y le sería más fácil ir por "tópicos", como una lista y en orden. Su mano se encontró con la de Jack y entrelazó nuevamente sus dedos, si no fuese por Horacio ya estaría en sus brazos con las piernas a cada lado de la cintura del mayor.

⎯Quiero saber todo de ti... pero sobre todo ¿como mierda escapaste de ese jodido lugar? ⎯Suspiro dejando que Gustabo se quedara cerca de el, extraño demasiado aquello de el rubio, joder, extraño demasiado tenerlo cerca. ⎯Todos los putos cabecillas hicieron un jodido acto en tu honor, todos pensaban que estabas muerto, mi mismo padre organizo esa mierda y yo estaba ahí, yo miraba como fingian un puto funeral. ⎯El corazón de Jack se oprimió al recordar cada pequeño detalle de ese día.

Recuerda perfectamente como todos los cadetes fingian que les dolía la muerte de Gustabo y no era real, al único que realmente le afectaba era a Jack Conway, que no tuvo fuerzas ni para pelear contra un imbecil que estaba diciendo que Gustabo merecía su muerte, no hubo esfuerzo ni para continuar, pero fue obligado por su padre.

⎯También quiero saber que fue de tu vida luego de esa mierda... ⎯Jack tenía muchas preguntas.

Gustabo no sabía que le habían hecho un falso funeral. Se quedó callado unos segundos, mirando su mano y la de Jack, recordando esos momentos que juró enterrar, solo los malos momentos, los recuerdos junto al pelinegro siguen vividos como si fuese ayer. Y de alguna manera le duele que haya pasado por eso, pensar que estaba muerto, aunque él creyó que ese sería su triste final. Pero no.

Vietnam ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora