Capítulo 27

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𝑆𝑖 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑎𝑙𝑔𝑜, 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟𝑙𝑜... 𝑆𝑒𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑒𝑎.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑴𝒆𝒍𝒊𝒐𝒅𝒂𝒔

Luego de haber entrado en el laberinto que creó Drole, nos separamos por obligación y yo quedé con Ban; estando a mi lado me sentía ligeramente incómodo pues a pesar de que ya haya actuado que no era un demonio, a veces me costaba mentirle a mi mejor amigo.

— Estás muy callado capitán. —La voz de Ban interrumpió mis pensamientos.

— Solo ando buscando una forma para salir y llegar con los demás. —Indiqué esbozando una leve sonrisa para seguir mirando a mi alrededor.

El silencio nuevamente inundó en el lugar, uno incómodo, luego de que se enterara de que ___ y yo éramos del clan demoniaco no entablamos una conversación "Normal"; A normal me refiero a cómo hablábamos antes.

— ¿Sabes cap? —Ban rompió el silencio- Jamás pensé que iba a hablar con ella luego de enterarme del clan que pertenecen.

— ¿Qué…? -Detuvimos nuestro andar, ninguno se miraba y Ban siguió con su habla.

— Hace ya días que no te he visto cerca de la princesa. Cada vez que te habla o le hablas lo menos posible, o te alejas de ella... —Indicó mirándome de reojo, yo simplemente me encogí de hombros siguiendo con mi camino. Pero no esperaba que él me pescara del brazo deteniendo mi andar. — ¿Qué sucede Capitán?

No supe qué decirle, tampoco es como si pudiera decirle abiertamente nuestro plan, ___ tampoco me ha dicho si le ha dicho a Ban su propisición. De verdad quiero contarle que ya pronto no estaré del lado de la diosa, quiero contarle que estoy devuelta con los demonios para conquistar Britania, quiero contarle que me haré cargo de mi posición como primer hijo del rey de los demonios. Pero no puedo traicionarlos nuevamente, a pesar de que me aceptaron nuevamente como su capitán Zeldris aún está al mando junto con ___ hasta que mis sentimientos sean nulos.

— No me sucede nada Ban, solo estoy demasiado concentrado ideando un plan para derrotar a los 11 Mandamientos. — Le expliqué mirándolo con una expresión seria.

Él iba a decir algo, pero entonces escuchamos unos aleteos encima de nosotros o mejor dicho del laberinto y pudimos ver a ___ volar con sus alas demoniacas, conectamos miradas y recibí un asentimiento de su parte a lo que yo se lo devolví. Noté la mirada extraña de Ban, puesto que también se atrevio a mirar al cielo viendo también a la híbrida, luego dirigió su visión hacia mí y frunció el ceño.

— ¿Qué están tramando? ¿Estás de su lado? —Interrogó con un tono amenazante apretando los puños.

Al principio no dije nada pero luego estallé a carcajadas, notando como su expresión se relajaba.

— Nada de eso Ban, no te calientes la cabeza. Todo estará bien. —Miré a mi alrededor y me acerqué a una pared sintiendo como Elizabeth también estaba del otro lado.— Ellos están al otro lado.

— ¿Cómo lo sabes? —Ban se acercó estando a mi lado dudoso.

— No sé, puedo sentirla... —Dije en un susurro frunciendo el ceño, luego capté que gracias al poder de mi marca demoniaca de vuelta ahora puedo sentir el poder interior que tienen las demás razas— ¿Se te apetece romper una pared?

Ambos nos dedicamos una sonrisa, retrocedimos unos pasos y concetramos nuestro poder en njestros puños; En mi caso solo un poco o los demás podían ponerse a la defensiva. Corrimos hacia la pared cuando ya estábamos listos, dimos un golpe en la paded y esta se trizó hasta quebrarse por completo, ahí vimos a los demás nos reunimos para seguir adelante.

𝕷𝖔𝖘 11 𝕸𝖆𝖓𝖉𝖆𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 ☆𝖅𝖊𝖑𝖉𝖗𝖎𝖘 𝖞 𝕿𝖚☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora