𝕷𝖔𝖘 11 𝕸𝖆𝖓𝖉𝖆𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 ☆𝖅𝖊𝖑𝖉𝖗𝖎𝖘 𝖞 𝕿𝖚☆

Capítulo 24

~Narra ___~

-Verás... Todo empezó hace unos 3000 años... -Me senté en el piso de hielo junto con Ban frente mío atento a mis palabras.

❦︎ Flash Back ❦︎

En el reino de los demonios, se encontraba aquel rey de los susodichos esperando a sus hijos a que llegaran a la sala del trono los minutos pasaban y el Rey empezaba a perder la paciencia, hasta que al momento de que él estaba por llamarlos los dos aparecieron.

-Padre, perdón por la tardanza... -Habló de manera seria un chico de cabellos rubios.

-Los llamé para que saluden a su nueva compañera... -Habló el Rey de los demonios.

Ambos muchachos dudosos giraron su cuerpo al escuchar las puertas abrirse, una chica albina de ojos rubíes entraba a la sala a un paso tranquilo hasta llegar frente de cada príncipe.

-Su nombre es ___ Hija de la antigua reina de los demonios e hija del antiguo Rey de los Dragones... -Informó el Rey con su típica voz serena

-¿Dragones...? Pero padre, no que esa raza fue exterminada hace... -Zeldris fue interrumpido por Meliodas.

-Fue exterminada hace 13 años... Osea cuando tú tenías dos años... -Dedujo Meliodas, para acercarse a la chica con su típica expresión seria e indiferente- Espero que hagas un buen trabajo, soy Meliodas el Mandamiento del amor y el capitán de los 10 mandamientos... Aunque, ahora serán "Los Once Mandamientos"

-Un gusto futuro capitán... -Habló la chica con la misma seriedad e indiferencia, ambos asintieron leve para después sus ojos rubíes toparse con el azabache de su misma edad

-Soy Zeldris, por ahora no tengo mandamiento pero pronto lo tendré... -Afirmó bastante serio y seguro ante sus palabras, a lo que la chica no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa.

-Ahora que se presentaron... Retírense.... -ordena el Rey, observando detalladamente como sus hijos se retiraban, para después fijar su mirada en la chica.- ___, Espero que te sientas cómoda y tengas paciencia con mis hijos... Tu frialdad, tu indiferencia, tu tranquilidad para resolver las cosas, tu sarcasmo e ironía... Tú mereces el mandamiento de la Frialdad... Mi querida mestiza...

La mano del rey fue alzada, una esfera oscura con el nombre "Frialdad" escrito en ella fue a dar en el pecho de la muchacha adentrándose en este, para después una fuerte helada jamás sentida en el purgatorio salía de la misma muchacha la cual se miraba las manos sonriendo leve.

-Eres tan fuerte como tu padre y tan fría como tu madre... -Exclamó el rey mirando a la chica de tan solo 15 años- Espero que no me falles...

-No lo haré majestad... -Dijo la chica arrodillándose ante el rey con su marca demoniaca activada, aquella marca del mandamiento se contraba en el lado izquierdo de mi frente.

Los años pasaron y ya le habían dado el mandamiento a Zeldris, la cual tenía la marca en el mismo lado que yo, éramos el trío inseparable; Meliodas había cambiado su actitud hacia nosotros, nuestro nivel de confianza era tan grande que nos hicimos mejores amigos, era costumbre desactivar nuestras marcas demoniacas estando los tres solos. Mis sentimientos hacia Zeldris cada vez eran mayores, ¿Cómo no enamorarse de alguien que era atento contigo?  Cuando Meliodas se enteró desde ese entonces sus peleas eran matutinas y graciosas en cierto sentido, más cuando la chica quería "matarlo".

-Oye Meliodas... ¿Puedo decirte algo? ¡Pero es un secreto! -Dije entrando a mi cuarto empujando al rubio, para después cerrar la puerta tras mío observando cómo se sentaba en mi cama mirándome atento.

-¿Qué sucede peque? -Pregunta curioso con sus ojos esmeraldas

-Es.... Es sobre Zeldris... -Desvie mi mirada en el suelo