𝕷𝖔𝖘 11 𝕸𝖆𝖓𝖉𝖆𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 ☆𝖅𝖊𝖑𝖉𝖗𝖎𝖘 𝖞 𝕿𝖚☆

Capitulo 20

◇Narra ___◇

Cuando Meliodas desapareció de nuestro rango de visión no pude evitar saltar de alegría, pude escuchar las risas de los chicos tras de mi por la acción que acabo de cometer. Dejé de saltar luego de unos minutos para mirar hacia mis compañeros, todos tenían una leve sonrisa, a pesar de la traición de Meliodas, todos querían a su capitán de vuelta. Hasta su propio hermano.

-¿Qué haremos con Estarossa ya que no tiene su mandamiento? -Preguntó Derieri

-Primero vamos a hacer lo que vinimos a hacer, luego veremos qué hará Estarossa sin su Mandamiento... -Sentenció Zeldris serio

.¡Mejor vamos a conquistar Britania en estos momentos! ¡Tenemos a Meliodas de nuestro lado de nuevo! ¡Podremos aprovechar esta oportunidad! ¡Yo mismo podría vencerlos ahora si... -Dice Galand emocionado pero luego es interrumpido por Zeldris

-Puedo entender cómo te sientes... Pero no es bueno que mientas. No creo que hayas olvidado que nosotros, los 11 Mandamientos, sufrimos las consecuencias de nuestras maldiciones si rompemos las reglas. -Dijo Zeldris mirando seriamente al idiota de Galand.

Este por el contrario al escuchar sus palabras se quedó completamente callado, algo que Derieri y yo nos miramos de reojo sonriendo burlescamente. Zeldris toma mi mano entrelazando nuestros dedos observándome con una cálida sonrisa para luego mirar a los demás completamente serio.

- ¡¡En el nombre del Rey Demonio. Comencemos la dominación de Britannia!! -Ordenó gritando para luego observar como los demás se retiraban volando con sus alas de materia oscura, Derieri antes de retirarse me guiña el ojo derecho con una leve sonrisa a lo que yo se la devolví y partió.

Zeldris y yo nos quedamos allí parados, percatando la presencia de Estarossa a nuestro lado a unos cuantos metros, sentado en el piso tan tranquilo como siempre... Había algo en él que siempre me incomodó, pero nunca supe el qué.

-¿ No marchas, hermano? -Preguntó Zeldris fijando su mirada tranquila pero serena hacia Estarossa.

-Es la primera vez que estamos fuera tras tres mil años... Déjame disfrutar del aire fresco un momento... -Dijo su hermano cerrando sus ojos

-... Perfecto. Debo hacer algo cerca de aquí también, ___ vendrá conmigo... Para que estés tranquilo... -Sentenció Zeldris apretando un poco nuestro agarre para luego sacar sus alas de materia oscura al igual que yo que observaba a Estarossa de reojo. Partimos volando, mientras que Zeldris mantenía su mirada al frente yo estaba metida en mis pensamientos del por qué me sentía completamente inquieta, incómoda con la presencia del peli gris.

◇Narra Meliodas◇

- ¡¡Señor Meliodas!!

- ¡¡Genial...!! ¡¡No estás herido!!

Observé a todos con mi típica sonrisa tranquila y cero problemas, como si nada estaría pasando, cuando claramente no era así, había vuelto a los mandamientos por mi propia cuenta, ¿decisión difícil? pues claramente sí, pero ya no quería perder aquella confianza que estaba construyendo con ___ nuevamente, no quería perder todo el avance que había hecho durante estos años. Con Zeldris es otra cosa, debo ser paciente no acelerar las cosas ni obligarle a que me perdone, pues por mi culpa estuvo tres mil años alejado de su novia. Con las manos en mis bolsillos me acerqué de forma tranquila y pacífica al grupo que me esperaba preocupado, ah y también debo eliminar estos sentimientos inservibles que tengo hacia ella, estropearán todos los planes que tendrá mi hermano para conquistar Britannia. Y creo que solo hay una solución para ello.

-Se los dije, solamente quería darles un pequeño saludo. -Dije con una sonrisa tranquilizadora.

-¿A... A qué te refieres con saludo? -Preguntó la líder de los druidas.