Capitulo 28

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Había pasado un mes ya, desde que hemos recuperado a Meliodas y unido a Ban con Jericho a nuestro grupo hemos estado repartiendo demonios por toda Britannia para que atormenten a los humanos junto con las otras razas y expandan nuestro territorio. Obviamente no nos íbamos a quedar sentados a esperar que los demonios hagan todo el trabajo, el grupo fue dividido en parejas para recorrer varios lugares y hacer actos de presencia. Hacer entender que los demonios habían regresado.

Aquella orden la había dado Meliodas, siendo aceptada por Zeldris ya que por motivos razonables si dicha orden no era aceptada por él el resto de los mandamientos no iban acatarla. Meliodas debía recuperar aquella confianza que imponía en sus antiguos compañeros. Y eso era con acciones, no con palabras que se llevaba el viento.

Le íbamos a poner pruebas. Y yo lo iba a supervisar en esta ocasión, ya que Zeldris fue a Camelot junto con su hermano, Estarossa.

Ban y Jericho debían quedarse en el castillo que teníamos como refugio acompañando a un Meliodas y a mi. Se preguntarán el ¿por qué no nos hemos movido? Simple, Meliodas no ha despertado luego de que dio la orden ya que se había desmayado. Aún no puede, despertaría luego de unos semanas aproximadamente. Y como dije anteriormente, Zeldris se fue con su hermano hacia Camelot; un reino que quedaba a semanas de viaje inclusive volando. Así que me la pasaría charlando con Ban y Jericho a la vez que cuidaba a un rubio oxigenado.

Entretenido, ¿no?

Estábamos los tres sentados en los sofás de la habitación que estaba dormido Meliodas cuidándolo, mientras una tomaba una taza de té -manía que se le pegó de su querido novio- y los otros dos tomaban un trago de cerveza.

-Entonces... -Empezó hablar Jericho- Dices que me convertirán en demonio, ¿cierto?

-Así es, si quieres pelear con nosotros podemos entrenarte y darte de nuestra sangre... -Respondió ___ tranquilamente.

-Pero antes tomé sangre y bueno... Ya sabes lo que pasó. -Indicó Jericho haciendo una mueca, quizás teniendo recuerdos de esos acontecimientos.

Hubo un pequeño silencio, Ban escuchando la conversación de las chicas, una callada metida en sus recuerdos y la otra pensando.

-Ese humano hizo mal unos cálculos, es todo. -Habló finalmente ___ rompiendo el silencio.

-¿Qué quieres decir? -Preguntaron Ban y Jericho al mismo tiempo.

-Que les dio una cantidad extravagante, no a la medida de su cuerpo. Simplemente él estaba buscando la canridad perfecta para su propio beneficio, ¿me entienden? Por eso a último momento la transformación funcionó...

-Porque era un cantidad para su cuerpo. -Completó Ban ligeramente sorprendido.

-Exacto... -___ lo señaló sonriendo leve- Si logramos buscar la cantidad de sangre demoniaca adecuada para tu sistema, de seguro funcionará a la perfección. Como si hubieras nacido siendo un demonio real.

Jericho miraba a la chica sorprendida por sus palabras, Ban le había comentado acerca de ella y su inteligencia pero jamás pensó que fuera así de inteligente o más.

___ suelta una pequeña risa al leer los pensamientos de la muchacha de cabello platino.

-Hace 3000 años lideré un ejército de Demonios, era la mano derecha de Meliodas...-Comentó la chica esbozando una pequeña sonrisa.

-¿¡La mano derecha!? -Exclamaron el par con más sorpresa aún, ocasionando que la mayor riera.

- Sí chicos, el mismo Rey demonio me puso a cargo de los hermanos y el mismo Meliodas me hizo su mano derecha, luego de que lo derrotara más de cien veces en una batalla amistosa... -Comentó con nostalgia la muchacha- Pero luego apareció Elizabeth y nos lo apartó, por lo que Zeldris tomó el mando de los mandamientos y fui su mano derecha también...

𝕷𝖔𝖘 11 𝕸𝖆𝖓𝖉𝖆𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 ☆𝖅𝖊𝖑𝖉𝖗𝖎𝖘 𝖞 𝕿𝖚☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora