Shadows of the Night. Hogwarts.

Decisiones.

No podía creer lo que estaba viendo. No podía con el dolor que eso provocaba.

Draco y una chica que consideraba mi amiga, besándose.

Alice Bach era su nombre.

Sentí un hoyo enorme el en estómago y sentí también como se partía en mil pedazos mi corazón.

Terminaron de besarse y Draco me miró. Me miró de arriba a abajo sin expresión alguna.

Alice me miró también pero ella estaba roja y agachaba la mirada.

~Confié en tí.~

Con el corazón hasta el suelo seguí mi camino tratando de ignorar aquel suceso, pero ¿Cómo lo podía olvidar?

Sinceramente en ese mes aprendí a quererlo, a comprenderlo, sentía una conexión con él. Ahora todo eso se había esfumado, todo amor se había ido.

Me sentía tan defrauda, traicionada, usada, me sentía una mierda, sentía que era un sueño, quería regresar, quería enfrentarlo, quería estrangularlo.

Denme apoyo wey.

Escuché sus pasos atrás de mí, sabía que era él porque sus zapatos suenan mucho cuando camina.

- ¡Margoth! - Dijo tomando mi brazo.

- No me toques.

- Necesitamos hablar.

- Terminamos. - Dije.

No podía creer que lo había dicho. Se sentía tan bien y tan mal.

- ¿Qué? No, no, no.

- Suéltame ahora.

- No. No podemos terminar. No.

- Ya lo dije. Suéltame Malfoy.

- ¿Qué mierda te sucede Margoth?

- Lo mismo pregunto, ¿Qué mierda te sucede idiota malnacido?

- ¿Solo por eso quieres terminar? Margoth, recapacita.

- Jodete Malfoy.

Comenzó a llorar, empezó a pedir perdón y dando explicaciones absurdas, justificando sus actos diciendo que fue por impulso, (como siempre).

- Perdóname Magui. Perdón.

- Basta Draco. La decisión está tomada.

- Y es así como olvidas todo.

- Lo mismo digo, te olvidaste de todo al besarte con ella.

- Todo se fue a la mierda por tus estupidos celos. - Dijo entre dientes.

- Ahora puedes besarte y coquetearle a quien quieras, esto se acabó Malfoy, no...

- Bien... Pero no olvides que yo fui el primero que te hizo sentir mujer y que por mí es que tú estas en el lugar donde estás. - Dijo con enojo, clavando sus palabras como flechas, y así se fue, dejando solo su aroma acompañado de su recuerdo bueno.

Dolía. Quemaba. Una sensación inexplicable.

Caminé hasta el patio, la zona más solitaria, sin alumnos, sin nadie.

Trataba de reflexionar. Trataba de olvidarme de él.

Escuché pasos atrás de mí pero no volteé. Hasta que escuché su risita.

Tom.

- ¿Que haces? - Dijo atras de mí.

- Tom. - Dije con la voz cargada de sentimiento y mirándolo.