Ella no tiene el valor de decirle lo que siente, así que le escribe cartas.
AU en el que Bucky no mató a los padres de Tony, la guerra civil fue algo leve y Pietro está vivo.
Los personajes de esta historia no me pertenecen, estos son propiedad de...
Advertencia: la palabra enamorada aparece tanto que marea.
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Estaba muy feliz de volver con su hermana, pero también quería regresar a aquel país que lo hizo conocer a la mujer de su vida. Una diosa para él. Ella era tan fría y mordaz, capaz de desintegrar un país sin que nadie lo notara, pero también poseía una coraza que guardaba mucho más, en los días que convivió con ella lo notó. Ella estaba herida, falta de amor, no quería confiar en él por ser un coqueto, pero juraba que si ella le hacía caso no miraría a nadie más, pero la rusa no le creía.
—No entiendo porque no enviaron a Natalia, ella sabe que trabajar en equipo no es lo mío, trabajamos juntas porque somos prácticamente iguales —fue el saludo de la rubia, cuando Pietro se presentó y tendió su mano.
—No creo que sean tan parecidas como dice, porque veo a Natasha y no tengo deseos de besarla —sonrió coqueto, ocasionando que la espía soltara su mano.
—Estúpido, todos los hombres lo son —bramó, con resentimiento.
Hizo caso omiso de lo que dijo Belova y continuó con su buen humor.
—No todos lo somos, yo podría mostrarte que no es así —acotó, sin dejar su habitual picardía.
—No, gracias —respondió en tono monocorde—. Vamos, te mostraré donde te alojarás, cuando te instales me llamarás a este número —le pasó una tarjeta—, y nada de estupideces, sólo hago esto por mi hermana, desde que localice a los enemigos que le quedan no tendrá ningún problema en volver.
—Como diga, señorita Belova —murmuró el platinado, rindiéndose por el momento.
Le gustaba, fue algo inmediato, pero se dio cuenta que si quería tener algo con ella, no podía ser el mujeriego de siempre.
«¿Por qué las mujeres son tan complicadas?», se preguntó, siguiéndola al lugar que sería su hogar, mientras durara aquella misión.
Ese mes fue todo locura, noches de fiestas donde debían fingir ser pareja para vigilar al hombre del que debían obtener información; convivir juntos y descubrir un poco más de su personalidad; sentirse cada vez más atraído hacia ella, casi como imán al metal; luego terminar su asignación y tener que despedirse, pero sintiendo que dejaba en aquel país una parte de él. ¿Un mes no era muy pronto para enamorarse? Él no lo sabía, de lo único que estaba seguro es que quería a esa mujer en su vida.
