XI

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A DuquesaNotDrama, Lis-1218 y cada nuevo lector. Me encanta que se estén sumando.

                Después de mucho tiempo, Nat había podido contactar finalmente con Yelena

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                Después de mucho tiempo, Nat había podido contactar finalmente con Yelena. Con la vida que llevaba se le hacía difícil localizarla, lo que la dejaba preocupada, aún cuando supiera lo capacitada que estaba para protegerse.

    Tenían largo rato hablando, cuando la pelirroja notó la extraña actitud de la rubia.

    —Estás muy rara, ¿tienes algo que contarme? —la conocía mejor que nadie, así que sabía que algo le pasaba.

    —He conocido a alguien —contestó, tras unos silenciosos segundos.

    —Espera... —dijo, notándola cohibida—. ¡En serio te gusta!

    —¿Qué? ¡No! ¡Es muy inmaduro! —protestó, no queriendo admitir lo que sentía.

    —Puedes negarlo cuanto quieras, pero a ti te gusta ese inmaduro del que aún no me dices nada.

    —Eres insoportable —refunfuñó.

    —Lo dices porque tengo razón.

    —No puede ser.

     —Escucha, Yel, no te niegues al amor —aconsejó, poniéndose seria—, por experiencia sé que es inútil huir de los sentimientos, al final te alcanzan.

    —No lo entiendes, tú tienes a un hombre fiel a tu lado, pero yo no —se sinceró—. Un hombre que me coquetee nada más conocerme no es lo que quiero.

    Natasha se puso en su lugar, comprendió que a la rubia le asustaba entregar su corazón y luego ser traicionada.

    —Pero te hace sentir diferente —concluyó.

    —Nada que no pueda olvidar —rehuyó a la mirada de su hermana a través de la cámara.

    —Si eso te hace sentir mejor, engáñate, pero ambas sabemos que no es así —de pronto le entró la curiosidad—. Por cierto, ¿cuál es su nombre?

    Quería ocultarlo, pero Natalia la conocía mejor que nadie, así que fue sincera.

    —De hecho ya lo conoces —murmuró, haciendo que la pelirroja arqueara una ceja—, su nombre es... —no quería decirlo, porque se negaba a dar explicaciones, pero ya había empezado y no quería mentirle.

    —¿Su nombre es...? —indagó la pelirroja, más curiosa que nunca.

    —Es Pietro Maximoff —dijo finalmente, ocasionando un largo silencio.

    La ojiverde abrió los ojos mas de lo debido, se encontraba anonadada. Su hermana se había enamorado del mellizo desastroso, el velocista Maximoff. Entonces lo entendió, por eso había llegado tan extraño desde su misión en Rusia, ambos se habían enamorado y Yelena se negaba a aceptarlo. No podía procesarlo.

ᴡᴀɴᴅᴀ's ʟᴇᴛᴛᴇʀs | 𝑊𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑊𝑖𝑡𝑐ℎ | 𝐶𝑜𝑚𝑝𝑙𝑒𝑡𝑎✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora