Como golpe me levanté de la cama de un salto, asegurándome de que no fuera un sueño palmee ciertas partes de mi cuerpo y sacudí mis piernas mostrando que si podía caminar con ellas.
Con temblores y nerviosismo caminé hacia la puerta, justo iba a tomar la manilla cuando lo recordé...
"Si pasa algo, debes correr a tu cuarto, poner el seguro, esconderte y no importa que escuches, por nada del mundo se te ocurra salir". Eran las palabras que mi madre siempre me decía.
Y a pesar de siempre ser tan terca con que jamás haría algo que no fuera salvarla y defenderla, quise hacer lo que ella me pidió.
Así que alejé mi mano de la manilla, pero antes de alejar mi cuerpo acerqué mi oído a la puerta.
No escuchaba mucho, más que unos pasos, murmullos, y sollozos, y no podía interpretar ninguno de ellos, evidentemente todo era en la planta de abajó.
De pronto escuché el grito más desgarrador del mundo, era mi madre, y choques después de eso, no estaba segura de que fueran golpes.
—¡Déjenla en paz por favor! ¡Es mi esposa! ¡Son unos desalmados!—Jamás había escuchando a mi padre de tal forma, lo cual me asustaba demasiado y me hacia sentirme impotente al no poder salir.
Se escucharon golpes muy estruendosos después de eso, quejidos por parte de mi padre, lo estaban golpeando, y por lo que yo creía, lo azotaban contra la pared. Mi madre seguía gritando lo que me parecía que eran quejidos de dolor.
—¡Cállate puta y coopera!—Escuché a un hombre cuya voz desconocía.
Fue cuando caí en picada al presente, y me puse mas despierta que nunca, tenía un nudo en la garganta, sentí como si el estomago se me subía al pecho, mi cerebro retumbaba del mareo.
Miles y miles de lágrimas cayeron inmediatamente haciendo que un ligero hipo se hicieran presente junto con los sollozos
Quería salir, ayudarlos, alejarlos de esos puercos e inhumanos hombres y poder salir de aquí.
No sabía como sentirme, pero estaba segura de que me saldría sangre de los oídos o la nariz pronto debido a la tensión. Podría desmayarme en cualquier momento o darme un infarto por lo rápido que latía mi corazón.
—No—Escuché a mi padre apenas audible, su voz ya no era la misma, incluso recordé a Rocky Balboa, lo cual me arrepentí al segundo pues así supe que le habían safado la quijada—No, no, ¡Porfavor no!
Entonces escuché el primer disparo, el primer estruendoso, cruel, vil y maldito disparo. Después de eso no volvía a escuchar a mi padre.
Llevé mi mano a mi pecho, mis ojos muy abiertos, mi mandíbula estaba hasta el piso y no podía ni siquiera emitir un sonido o formular una palabra, mis lagrimas y mis piernas temblorosas incapaz de moverse hablaban por mi.
—¡Michael!—Escuché una vez más a mi mamá sollozar y sufrir, escuché un choque contra el piso, supe que era ella apenas llegando a su lado.
Gritaba tanto, creo que fue por eso que se escuchó la siguiente serie de golpes, mi mamá se quejaba pero sé que se hacia la fuerte y se mostraba resistente.
—¡Son unos imbéciles! ¡Pagarán por esto! ¡Yo sé que si! ¡Pronto estarán refundidos en prisión como los animales arrastrados que son!—Escuché a mi mamá ahora con una voz mas grande antes de toser fuertemente, pues gritar probablemente le había dañado sus cuerdas vocales.
Escuché la carcajada más amarga, y vacía del mundo, proveniente de otra persona también en la planta baja.
—Pruébanos—Fue lo siguiente y último que dijo aquel hombre.
Error mamá, no debiste decirles eso, no debiste retarlos, pues eso fue lo que acabó con tu vida, tener voz, defenderte, fue lo que les hizo asesinarte, te silenciaron, justo cuando te habían intentado silenciar con golpes y embestidas salvajes, creyeron que todavía era necesario silenciarte con un disparo.
Un disparo que acabo con tu vida, y la dicha de la mía.
Comencé a dar pasos hacia atrás, alejándome de mi presente y de las ideas que venían a mi mente de correr hacia ellos y convencerme de que todo era mentira.
Todo era una pesadilla, un mal sueño, esto no debía ser verdad, he pasado mi vida sin percances desde que nací, esto no tenía que pasar hoy definitivamente era un error.
Me alarmé al sentir mi espalda chocar con la espalda, pues me había dado la impresión de que alguien se encontraba detrás de mi, por lo que me giré agresivamente con mi mano intentando encontrar un lugar donde sostenerse.
Así que se encontró con la mesa de noche junto a mi cama, chocando con ella y que para mi suerte se encontraba llena de objetos, sobre todo, una pequeña lampara de vidrio, la cual perdió el equilibrio y se quebró en el instante en el que tocó el suelo, causando un estruendoso sonido.
—Espera, creo que escuché algo.
Entonces mis 5 sentidos se alarmaron, mi cuerpo se paralizó pero gracias a Dios mi mente no se detuvo.
¿Dónde me escondo? Piensa, piensa, piensa.
El sonido de los pasos subiendo las escaleras me distrajeron un segundo pero al instante intenté concentrarme nuevamente no importaba cuan cerca podía estar aquella persona.
¡La cama! ¡Debajo de la cama! ¡Ahora!
En un movimiento rápido y silencioso me agaché y me deslicé quedando debajo de la cama en la cual una vez ahí mordí mi dedo indice pues los sollozos nunca habían cesado y eso podría ser un problema para mi ahora que ocupaba harto silencio.
Los pasos se hicieron mas sonoros hasta que se escuchó la puerta abrirse delicadamente haciéndome escuchar el chillido de esta.
Visualicé unas botas grandes y negras caminando lentamente por todo el lugar, lo escuché palmear las sabanas de mi cama, lo vi sangolotear las cortinas de mi ventana, y después de unos pasos más lo vi hincarse.
Bien, era ahora, moriría.
Pero no estaba molesta ni triste, si mis padres se habían ido yo no tenía porque seguir aquí, quería irme con ellos así que cerré los ojos y lo afronté.
Y luego... se escucharon pisadas.
Pisadas, rápidas, acompañadas del choque de unas uñas contra el piso, que provenían del baño de mi habitación.
Oh Marley... ¿Por qué ahora decidiste despertar y salir?
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THE VILLAIN SIDE | Peter Parker
Fanfiction"Cuidar el vecindario siempre fue el primer objetivo de Peter Parker, hasta que conoció el lado villano." Spiderman siempre se dedicó a luchar contra el mal, defender al débil, salvar al más necesitado. Jamás creyó interesarse en alguien mientras ha...