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—Su señoría, la joven portaba un arma cuando se llegó a la propiedad, cubierta de sangre frente a sus padres, los había asesinado a sangre fría—Quería vomitar de sólo escuchar al representante del estado.

—¿Eso es objeción no? No puede referirse a mi como culpable—Le susurré a mi abogado quien tomó un sorbo de agua antes de hablar.

—Creo que omitiré ese paso—Fruncí el ceño confundida

—Su señoría, pedimos que la presunta pase al estrado por favor.

Inmediatamente me puse de pie y caminé a aquel corral con una silla en medio, justo cuando llegué a esta tomé asiento.

—Señorita, ¿Usted odiaba a sus padres?—Fruncí el ceño.

—Para nada, mis padres eran mi razón de ser, los amaba con todo mi corazón—Respondí claramente.

—Parte de la evidencia fueron las llaves del vehículo de sus padres, estaban manchadas con sangre—Lo escuché atentamente—Tenemos testigos que dijeron que usted manejo a casa ese día junto a su madre.

—Probablemente salpicó sangre de tantos golpes a los que sometieron a mis padres—Me encogí de hombros justificando.

—El objeto evidentemente tenían sus huellas—Contraatacó—Y justamente sus padres presentaban golpes con lo que parecen ser llaves.

—¡Todo esto es ilógico! Si ustedes dicen que yo soy la culpable ¿Por qué demonios agrediría a mis padres con una llave cuando había un arma en la casa? De haber sido así, mis padres ni siquiera se hubieran resistido—Hablé irónicamente pues todo esto me parecía estupido.

—También levantamos cargos contra la joven por agresión sexual hacia su madre.

—¿¡Qué!?

—Se encontraron muestras de semen en las partes intimas de la madre.

—¿Le parece que tengo pene abogado?—Pregunté obvia, esto parecía un chiste.

—Entiendo lo que dice abogado Ramirez—Miré al juez quien evidentemente se entendía con miradas con el abogado contrario.

—Así es su señoría, hubo un involucrado más.

—¿Cómo está tan seguro?—Me crucé de brazos.

—Probablemente un novio o amigo de la chica, quienes juntos mataron a sus padres para huir juntos, aunque probablemente con el sonido de las sirenas el chico huyó—Habló el abogado nuevamente caminando hacia mi—Pero usted probablemente presentó emociones de arrepentimiento por lo que decidió quedarse y afrontar los hechos.

—No tengo novio, tengo trece años—Dije con un nudo en la garganta, no podía creer que ahora tenía que convencer a la gente de que yo no asesiné a mis personas favoritas.

—Hasta donde lo sabemos—Contraatacó él—Pero de igual forma quien tomó la vida de las víctimas fue usted.

—¡Objeción!—Me levanté de mi asiento apuntándolo—No puede referirse a mi como la culpable cuando el jurado no ha dado su veredicto aunque aún así, yo me he declarado mil veces inocente.

—Solo los abogados pueden objetar—Habló el juez.

—¡Abogado dígales algo!—Me refería a mi propio abogado el cual no había movido ni un dedo por mi libertad.

No podía pagar uno, me lo cedió el estado y quiero creer que porque fue gratis para mi, actuó tan mal y es por eso que estoy comiendo tierra.

—No más preguntas su señoría—Dijo el abogado del Estado marchándose a su lugar, yo lo imité llegando al mío

—Abogado de la acusada ¿Desea agregar algo más?—Preguntó el juez, el imbecil se puso de pie acomodando un poco su traje.

—No, su señoría—Dijo el con una sonrisa, la cual me pareció la sonrisa más hipócrita.

—Bien, esperaremos a que el jurado tome su veredicto y enseguida procederemos—Avisó el juez haciéndome caer en el respaldo de mi silla.

Fueron los minutos más largos e infernales de mi vida después de lo que viví aquella noche, tenía mucho coraje sabía que no me estaba llendo bien pero realmente no tenían nada concreto contra mi.

¿Llaves con mis huellas? Estaban en mi casa, claro que eso y todo lo demás tendría mis huellas, además ¿de dónde sacaría un arma? Demasiado ilógico.

Solo esperaba que la falta de apoyo por parte del idiota de mi abogado no me haya afectado en lo absoluto.

—Su señoría, hemos llegado a un veredicto—Dijo el presidente del jurando poniéndose de pie.

—Estamos listos, adelante—Contestó el juez con su mirada atenta al jurado, como todos.

—Se le encuentra, a la acusada, de los cargos de asesinato de primer grado a dos individuos, culpable.

Y fue cuando mi corazón comenzó a arder del enojo, coraje, nostalgia y otras cosas que aún no reconocía.

—Con una sentencia de 52 años, sin posibilidad a libertad condicional antes de los primeros 20 años de sentencia.

—Muchas gracias a todo el jurado, en conclusión, la acusada queda culpable con una sentencia de 52 años, se cierra el caso—Y después escuché el estruendo que causaba el mazo contra su pequeña base.

—Lo siento—Escuché a mi abogado.

—Cierra la boca idiota—Contesté.

Entonces los guardias de seguridad me tomaron por sorpresa, de igual forma no resistí, solo lo acepte y caminé con ellos.

.

—¿Por qué lloras niña?—Me preguntó mi acompañante de celda una vez que me metieron ahí.

—Yo no debería estar aquí, yo no maté a nadie, solo tengo 13–Dije mientras me aferraba mas a mis piernas.

—¿Eres a la que acusaron de matar a sus padres?—Asentí sin mirarla—Ay hija, te iban a declarar culpable antes de que pudieras decir algo.

Me levanté con mis ojos aún rojos y las lagrimas aun cayendo sobre mis mejillas.

—¿Por qué?—Pregunté confundida, ella tenía una mueca en su rostro.

—Tu abuelo era un buen hombre, incluso había pasado por aquí regalándonos cosas. Pero retó a la mafia contraria, claro que no dudaron en descontarlo—La miré atentamente, era muy loco que alguien que no conocía supiera más de mi familia que yo—No querían dejar testigos, y pues tus padres además eran lo más cercano a tu abuelo y quisieron descontarlos también—Sorbí mi nariz.

—Yo soy familiar de mi abuelo ¿por qué no me mataron a mi también?

—Si no te dejaban viva ¿A quién crees que iban a culpar?—Me preguntó irónica—Un oficial me platicó el juicio, y estoy segura de que ellos esperaban que llegaras después, no que estabas escondida en la casa.

—¿Y ahora que hago?—Pregunté más en forma de queja para mi.

—Jamás te permitirán salir, estos policías están del lado de la mafia que asesinó a tus padres—Comentó ella.

Era verdad, la injusticia fue por parte de la fiscalía también lo que significa que ellos y la autoridad estaban en contra mía, jamás me dejarían quedar libre.

—¿Quieres mi consejo?—La volví a mirar—Huye.

THE VILLAIN SIDE | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora