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—¿Y?—Escuché a mi lado.

—Y...—Repetí—¿Qué?

—¿Ya sabes lo que harás?—Miré al viejón que siempre está pendiente de mi como si no tuviera nada más que hacer.

—Pues no estoy muy segura—Contesté honestamente—Sólo se que quiero que sea una muerte lenta.

—Suenas como una sádica—Lo miré frunciendo el ceño.

—Bueno, pues... asesinar por una razón es peor que hacerlo sin ninguna—Me encogí de hombros—Los sádicos con ellos que decidieron matar a sangre fría a personas que sólo pagaron lo que otro hizo.

—Bueno... pero tienes que admitir que tu también lo eres un poco—Mencionó él—Querer que sea lento para que sufran más.

—Y ni así es suficiente Doc—Respondí cruzándose de brazos—El dolor que vivirán en ese momento que a lo mucho será una hora, no se compara al dolor que yo he vivido estos tres años.

—¿Qué piensas usar? ¿Fuego?—Sugirió él.

—Mmm...—Llevé mi pluma entre mis dientes con la mirada perdida—Pensaba más en algo como radiación, algo letal, aunque la idea de que sus pieles se derritan por el calor del fuego no está mal—El
soltó una seca carcajada.

—Eres todo un reto—Dijo él negando—¿De dónde sacarás radiación?—Torcí mi boca hacia un lado.

—No tengo idea, pero existe la radiación en todos lados, además no me he decidido por eso, solo quisiera algo fuerte y poderoso—El bufó.

—Pues podrías buscar por ahí restos de las peleas de los vengadores—Lo miré sin entender a que se refería—Debe haber alguna energía galáctica por ahí, te aseguro es mil veces más poderosa.

—Puede ser—Hablé considerándolo.

—Bien, avísame si tu loca cabeza necesita algo—Asentí agradeciendo.

Rasqué el esmalte de mis uñas pensando si llegaría a servir algo como eso, lo suficientemente bueno como para tratar de conseguirlo.

Pero, sé perfectamente quien podría saber algo.

.

—No Ned, no tengo vista de araña realmente—Escuché que alguien se acercaba por el pasillo a mi izquierda, en la voz supe que era él.

—Sería muy bueno, así percibes si te atacan por cualquier lado—Estaba con alguien más ¿Debería matarlo?

—Para eso tengo ese sexto sentido—Vi como su figura pasaba por mi lado lentamente—Siempre sé cuando algo está por venir.

—Tenemos que hablar—Hablé yo logrando que ambos se giraran en un grito asustados haciéndome reír—Buen sexto sentido que te cargas.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó el gritando en un susurro—Cualquiera puede verte.

—¿A una chica de 16? Uy si, que terror—Dije sarcásticamente, estaba en un rincón del gran instituto, nadie me vería.

—¿Ella es Avery?—Preguntó el moreno señalándome, así que Peter ha estado hablando de mi—Wow, eres más bonita de lo que pensé, tengo que admitir que jamás creí que Peter se conseguiría alguien así—Vi como el castaño enseguida fulminó con la mirada a su amigo, supuse que le dio pena al igual que a mi solo que yo no lo demostraba, decidí evitar esa parte.

—Si, soy Avery—Respondí—Ahora dame una buena razón para no matarte ya que sabes mi nombre—El moreno se quedó estático en su lugar con su boca trabada, mientras que Peter solo veía la conversación con sus ojos muy abiertos, reí—Es broma, sólo necesito hablar con Pet.

—En realidad, tengo un proyecto con Ned en mi cas...

—No hay problema—Contestó Ned por su amigo—Puede esperar, ustedes vayan.

Ambos caminamos a mi auto, Peter subió primero por lo que cuando subí yo y cerré la puerta me recibió un beso algo largo y lento.

—¿Y eso?—Pregunté de la nada por el beso imprevisto, el se sonrojó.

—No lo sé, hace mucho que no te veo—Contestó penoso—Quería hacerlo.

Conducimos por lo que creí que fueron sólo un par de minutos hasta llegar detrás de su condominio.

—¿Cómo sabes donde vivo?—Preguntó el confundido del lado del copiloto.

—Si tu sabes donde vivo, creí que yo también debería saber donde vives—Reí.

—¿Por qué te estacionaste atrás?

—¿Quieres que tu tía me conozca?—El no respondió nada, solo se quedo en su lugar—Si, eso creí—Reí antes de apagar el coche.

.

—Existen más como estos en una bodega, pero sólo con uno es suficiente poder—Reí sosteniendo el pequeño artefacto con luminosidad rosa en mis manos.

—Jamás es suficiente poder—Respondí, el rodó los ojos haciéndome sonreír.

—Y...—El se sentó frente a mi—¿Para qué lo necesitas?

—Estamos probando unas nuevas armas—Mentí—Queremos ver que tan resistentes son.

—Bueno, eso es mejor que las armas, lo más probable es que las derrita—Asentí ocultando mi sonrisa.

—Justo eso busco—Respondí cortamente.

—Bueno, ahí lo tienes—Lo señaló desde su lugar.

—¿No lo ocupas?—Pregunté.

—No—Negó—Te digo que hay más en una bodega. Además lo que es mío es de mi novia ¿no?—Enseguida alcé la mirada viéndolo, supe que se espantó.

—No somos novios—Le comenté igual de dudosa que el ¿lo somos?

—¿No?—El preguntó desconcertado.

—Pues, no me has pedido nada—Reí—Y creo que analizando la vida que tenemos, eso de tener novios no va con nosotros.

—¿Dices que los héroes y mafiosos van directo al matrimonio?—Me encogí de hombros.

—No lo sé ¿Tus amigos héroes tienen una novia a la que le llevan flores y le dicen bebe?—Pregunté ya sabiendo la respuesta.

—Buen punto—Opinó él—Pero al menos quisiera saber si... tu sabes, si tu sientes algo por mi... porque yo definitivamente siento algo por ti y sólo quería saber si somos algo porque si no, no sé que hacemos aquí, y...—Comenzaba a divagar nervioso por lo que lo interrumpí.

—Peter—Me incliné a tomarlo de la mano—Somos algo—Afirmé, el sonrió enseguida.

—¿Somos algo?—Preguntó, probablemente creyó qué escuchó mal.

—Somos algo—Repetí, riendo un poco ya que estas conversaciones serias a veces me ponen nerviosa.

El suspiró dejando ir toda su preocupación y se acercó a besarme, sus labios podrían ser mi perdición.

—Espera—Me separé—¿Por qué tu amigo sabe de mi?

—Le conté—Respondió obvio a lo que yo lo miré un poco mal—¿Qué?

—Se supone que todo esto es un secreto—Contesté—Si esto se sabe nos iría muy mal a los dos, a mi prisión directa si no es que pena de muerte.

—Ned es de fiar lo prometo—El contestó—No se lo diría si no fuera así—Yo suspiré.

—Bien—Respondí rendida.

—Además, necesitaba contárselo, no podía quedarme con la emoción de saber que tengo a una persona tan increíble sin presumírselo a alguien—Dijo el tomándome de la cintura en un corto beso nuevamente.

—¿Entonces el sabe y aprueba que salgas con una asesina?—El miró a otro lado pensándolo un segundo.

—Mejor omitamos esa parte—Rió volviendo a besarme.

THE VILLAIN SIDE | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora