❝ odd ᥱყᥱ ❞

五

Kunhang estaba confundido, podía oír a lo lejos el murmullo de voces.

Abrió los ojos lentamente, pestañeando por unos instantes hasta acostumbrarse a la luz.

ㅡ¿Qué...?ㅡ susurró, dándose cuenta de que estaba en su cuarto, frunció el ceño al sentír una punzada de dolor en la cabeza.

Llevando una mano hacia atrás, se sentó en la cama, y bajó los pies hasta el suelo.

Miró a su alrededor, su mente estaba muy nublada.

Lentamente, se inclinó hacia adelante para levantarse.

Jadeó, su cuerpo dolía.

Parecía como si lo hubieran atropellado o algo parecido.

Arrastrando los pies y cojeando ligeramente, chocó con un par de cajas, miró hacia a abajo, eran libros de economía.

No les prestó mucha atención, probablemente eran de Lucas.

Simplemente se metió en el baño, y se llevó una gran sorpresa al ver su reflejo en el espejo.

ㅡ¿Eh?

Tenía el labio superior partido, un raspón en su mejilla izquierda y tenía una venda en la cabeza, la cual estaba siendo sostenida por un par de tiras de cinta.

Subió una mano y tocó la venda, mala idea, sintió una punzada de dolor apenas sus dedos hicieron contacto con lo que asumía debía ser un corte en su piel.

ㅡGē, ¿qué háces aquí?
Miró hacia la puerta, encontrándose con Yang Yang.

Bajó la mirada y balbuceó unos instantes. ㅡY-yo...

ㅡVen, siéntateㅡ. El adolescente se acercó a él, tomándolo de la mano, para jalarlo de vuelta a la cama, donde lo sentó, para luego tomar asiento junto a él.

Las manos del menor tomaron su rostro con delicadeza, haciendo una mueca de dolor.

ㅡ¿Qué pasó?ㅡ preguntó Hendery.

Yang Yang bajó sus manos y suspiró.

ㅡCuando Sicheng gē volvió te encontró en el suelo...ㅡ Hendery hizo una mueca y mordió su labio inferior.ㅡ¿te sentías mal?

Yang Yang buscó sus ojos y el mayor lo dejó hacerlo.

ㅡNo yo... no recuerdo que pasó...

Mentira.

Ya había recordado todo.

Los ataques de pánico y a cierto chico de ojos verdes.

ㅡ¿Desayunaste por la mañana?

Kunhang asintió, a pesar de que fuera mentira.

ㅡSi.

Yang Yang hizo una mueca con los labios y miró hacia la puerta, Hendery bajó la mirada cerrando los ojos.

Éres un estúpido.

ㅡ¿Qué hora és?

Preguntó, tratando de callar a las voces.

ㅡLas ocho... Sicheng gē está haciendo la cena... ¿quiéres ír?

Si fuera por Hendery no hubiera ido, pero no podía decirle que no a Yang Yang. Así que asintió.

Liu se levantó de la cama, extendiendo una mano hacia el mayor, quien la tomó, mientras se ponía de pie.

A paso lento, salieron del cuarto, y un delicioso olor llegó hasta ellos despertando el apetito de Hendery, que había creido perdido por los últimos dos días.