1. Luz de esperanza

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Año 831

La ciudad subterránea era un lugar que parecía ser olvidado por la sociedad, no había justicia de ninguna manera y la esperanza era salir a la superficie. Aunque también era peligroso por los titanes pero nadie lo sabía.

En cambio, a Levi Ackerman, un chico debilucho de al menos doce años, no tenía idea de cómo vivir en cualquier lugar. Tras la muerte de su madre y la ida de su protector a la superficie, estaba solo y sin alguna esperanza.

Su cuerpo pedía comida, desde hacía dos días que no comía nada y sentía que pronto terminaría cayendo al suelo, encontró un puesto de frutas y sin nadie alrededor decidió robar algunas. Al menos detendría su hambre por algún momento.

Las escuálidas manos del azabache se acercaban temerosas a la cesta de manzanas, era la primera vez que tomaba algo sin permiso y era algo muy fuerte para él.

Apenas alcanzando una de las frutas, una mano fornida alcanzó a tomarlo con fuerza impidiendo que la tomara.

—¡¿Qué crees que haces, mocoso?! ¡Te cortaré la mano por intentar robarme! — un viejo alto y matón lo había atrapado, el azabache sin saber qué hacer solo intentaba forcejear contra el hombre que era tres veces más grande que él.

—¡Por favor! — una dulce voz salió detrás del azabache, ambos hombres miraron quién era—. Perdón, es mi hermano. Le pedí que fuera a recoger algunas manzanas pero no alcancé a llegar para pagar a tiempo, no fue su culpa — tras las palabras de la chica el hombre soltó con dureza la mano del niño—. Tenga, compraré varias manzanas — con el ruedo de su vestido se surtió de la fruta mientras el niño de 12 años la miraba atónito, la chica al terminar de pagar le entregó algunas monedas al matón—. Disculpe las molestias.

Esas fueron sus últimas palabras y tomó al chico de orbes azules grisáceos y lo incitó a correr. El hombre confundido por la situación miró a su mano y vio solo papeles que no eran billetes, apretó su mano molesto y comenzó a gritar para que los chicos volvieran.

La chica no soltaba a Levi, quien estaba nervioso por la situación si el señor quería perseguirlos pero no fue así para su fortuna, estaban demasiado lejos para que los pudiera alcanzar.

Se escondieron detrás de una pared oscura y la chica t/c se reía ante la situación.

—Estuvo cerca — suspiró la chica y por fin pudieron verse de frente.

Usaba un vestido azul que le llegaba debajo de la pantorrila, un suéter negro que combinaba con el color de sus ojos. El chico no sabía qué decir, o si al menos sólo dar las gracias por salvarlo.

»Se dice gracias — susurró la chica mientras aún lo miraba tratando de analizarlo, estaba vestido de la peor manera: sus ropas blancas parecían grises y estaban rotas, al igual que olía mal y no se había bañado en varios días— ¿Cómo te llamas? ¿Dónde están tus padres?

El chico desvió la mirada al recordar que ni su madre ni su protector estaban con él. Ella lo notó y decidió no preguntar más, a pesar de que no lo conocía sentía la necesidad de protegerlo, quizás era uno o dos años menor que ella y lo sentía como un hermano pequeño.

»Camina, te ayudaré unos días. Lo quieras o no — musito la chica tomándolo del hombro suavemente para hacerlo caminar, el no dio ninguna pelea para evitarlo y la siguió.

ྉྉྉྉ❁ྉྉྉྉ

La oscuridad de la ciudad no alumbraba, siempre estaban en las sombras, pero para Levi, la chica era una luz de esperanza. No le tomo mucho tiempo adaptarse al baño, era su primera ducha en mucho tiempo y entrar en contacto con el agua lo hacía sentir en paz.

Tu Nombre (Levi×Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora