OVA I

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MI NOMBRE

Año 858.

Habían pasado cuatro años desde el Retumbar, la mayoría de la población mundial había muerto a manos de aquel fatídico escenario lleno de muerte y dolor pero que, finalmente, les había dado una mínima esperanza de vida. Una vida sin titanes de los cuáles tener que defenderse.

También transcurría el noveno aniversario de la muerte de la mujer que fue su único amor. Del cual nunca hubo un cuerpo al cuál lamentar y un nombre al cuál recordar. Entre sus recuerdos quedaba aquel collar que se encontraba desgastado y aún guardaba con esmero aquella caja donde se encontraba el lazo que los uniría hasta que la muerte los separe.

Miró a su alrededor, aún se veía las consecuencias de la decisión de Eren pero a pesar de ello, la gente continuaba con su vida. No es que olvidaran aquella época de dolor, instintivamente la humanidad continuaba su camino. Levi también lo hizo.

Aún recordaba con melancolía el año siguiente al haberla perdido, pasaron tantas cosas que la cicatriz de aquel recuerdo seguía doliendo. Perdiendo a sus amigos en aquella batalla del bosque, la rubia que lo cuidó con esmero desde la perdida de su novia, la vida le volvía a arrebatar las personas que apreciaba, encontrándose con los ojos sin vida y esranzas que alguna vez vio resplandecer cuando todos estaban vivos.

Lanzó un suspiro al aire que enfrascaba lo que quedó de Marley, finalmente se quedó con Onyankopon, Gabi y Falco que cuidaron de él, incluso, habían abierto una pequeña tienda de té  y comida para las personas que se encontraban en condiciones de pagar sus precios. Realmente no había pensado mucho acerca de su futuro pero desde la final de la guerra pensó por primera vez en eso. Su condición física había bajado un poco, pero eso no significaba que dejaría de encargarse de la limpieza y de su salud.

Aquel día de con el frío matinal pegando en su cara continuó su lectura rutinaria cada que abrían la tienda, se colocaba en la mesa que estaba pegada a la pared de la entrada. Mirando hacia la gente que pasaba a su alrededor y que entraban a su tienda. Diermissen, fue el nombre que decidió usar para inaugurar el lugar junto a los otros tres.

—¡Levi! —asomó su cabeza Falco desde la entrada de¡ edificio dirigiéndose al azabache—. ¿Desea que ponga azúcar a su té?

Chasqueó la lengua el nombrado mientras miraba de reojo al rubio—. Mocoso, llevamos tiempo estando todos juntos y aún no aprendes. Es sin azúcar, tonto —volvió a pegar su vista al papel que sostenía, no había muchas cosas nuevas e interesantes por registrar.

—Aquí tiene, Levi —se acercó el rubio colocando la taza sobre la madera de la mesa.

—Gracias, mocoso —dejó a un lado su lectura para centrarse en su bebida y lo concurrida que estaba la gente el día de hoy.

Me pregunto qué pasaría si ella estuviera aqui; pensó el azabache mientras observaba con detenimiento a la gente que se desplazaba en diferentes direcciones.

Aún recordaba con pena el día que intentó acabar con su vida y también  se le hacía extraño enterarse que nadie lo había salvado a pesar de sentir que alguien lo sostenía.

Miró con detenimiento a la castaña, quería agradecerle haberlo ayudado a no cometer una locura tiempo atrás. Se levantó de la cama de su cuarto de enfermería, ella al escuchar un quejido de su parte al levantarse se lanzó hacia él.

—¡Enano, me asustaste! —gritó con emoción lanzándose al azabache en un abrazo—. ¡¿Te encuentras bien?!

—Estaría mejor de haber evitado tu abrazo, apesta a que no te has bañado en días —contestó un poco burlesco, desde la vez que había ido al cementerio regresó decidido a continuar con su vida—. ¿Cómo han estado las cosas por aquí?

Tu Nombre (Levi×Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora