Sᴏᴜʟᴍᴀᴛᴇs | ˢᵗᵉʳᵉᵏ

ఌ︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 6 ఌ︎

Pov Derek

Literalmente no se qué es lo que me estaba pasando, hace unos días o semanas comencé a sentirme algo extraño, más de lo habitual. Primero comenzó con querer proteger a alguien, luego mi lobo comenzaba a inquietarse y ponerse ansioso cuando me juntaba con la manada, después no había día en el que estuviera irritado; más de lo normal. Y por ultimo y más extraño, me relajo bastante cuando me acerco a una persona en específico o siento su habitual perfume.

Por ello, fui a ver a Deaton esta mañana pues era el que más sabia sobre estas cosas, aparqué mi carro e ingresé a la clínica veterinaria encontrándome con el dueño en la recepción tomando un té de hierbas.

—Derek. ¿Necesitas algo? —Preguntó dejando su taza en el mueble.

—Sí. Necesito respuestas. —Respondí con mi habitual tono sereno, frunciendo ligeramente el ceño.

Deaton me invitó a la sala donde revisaba a los animales domésticos y a nosotros cuando resultábamos heridos, me senté en la camilla por petición del druida. Comenzó a tomar mi pulso y pasó una linterna pequeña para revisar mis pupilas.

— ¿Qué respuestas necesitas? —Preguntó siguiendo con el chequeo.

—Estos días mi lobo ha estado actuando raro, siempre está ansioso e inquieto cuando paso con la manada, también quiero proteger a alguien, pero no sé a quién. —El druida iba decir algo, pero le hice una seña para que me dejara continuar— Y lo más raro, es que cuando estoy cerca de Stiles o siento el aroma de su perfume me relajo…

Acabé de explicar y el mayor negó despacio, luego termino por explicarme que eso era normal si un hombre lobo nacido como yo encontraba su pareja de vida, su alma gemela. O como escuchaba decir siempre de mi madre, su Soulmate.

—Es imposible… Él no puede ser… Digo, no. —Desconcertado retrocedo unos pasos a lo que Deaton me ayuda sosteniéndome del brazo.

—No puedo decirte mucho Derek, tú debes darte cuenta solo, intentar hacerles caso a tus instintos. —Dijo mientras soltaba su agarre de mi brazo al ver que ya podía sostenerme solo— Tampoco es como para que te estreses intentando saber quién es tu Soulmate, tienes tiempo… Pero no debes abusar de él, puesto que muchas cosas pueden pasar y puede ser algo tarde. Como también te puedes hacer daño tú como tu pareja destinada.

Al terminar su explicación di un leve asentimiento para después salir de la clínica y dirigirme hacia mi loft conduciendo metido en mis pensamientos, en vez de obtener una respuesta segura quedé con más dudas. Al llegar me senté en el sofá quemándome la cabeza con lo sucedido hace unos minutos u horas puesto que me di el tiempo para llegar a mi hogar, por lo que seguí el consejo de Deaton y me relajé, total como dijo tenía tiempo así que simplemente había decidido seguir con mi lectura.

Había llegado la tarde y con ello decidí salir de casa para mantener vigilado a Scott puesto que los estúpidos gemelos no pudieron seguirle el rastro, ya que la pequeña Kitsune y el alfa decidieron sacarles las cosas a las motos; pues el día anterior nos habían atacado unas criaturas raras dejando marcas detrás de nuestras orejas, todos menos a Scott y Kira. Y aquí me encuentro yo, vigilando a Scott fuera de su casa después de ver como el par había regresado después de haber salido de la escuela, las horas seguían pasando hasta que llegó el padre del latino ingresando al hogar con un aroma molesto, no le di mucha importancia por lo que seguí mirando hacia fuera estando pendiente en el momento que anocheciera. El sol se ocultó y la oscuridad se hizo presente, nuevamente agudicé mi audición para prestar atención lo que estaba sucediendo dentro.

“—Papá, no. Papá, espera...—Dijo Scott”

Luego de ello escuché un grito de Kira y al moreno llamando a su padre nuevamente, ahí es donde decidí salir del auto e ir hacia la entrada le di una patada a la puerta abriéndola para después entrar transformándome en alfa, rugiendo a la criatura. Ambos empezamos a pelear con dicho ser, tratando de evitar también que nos lastime con esa espada ya que me daba mala espina.